Esta noche Enner Valencia será titularísmo.
Y claro, si por algo el moreno la rompe en el Everton, no el que va chupe de guata por acá sino el de la Premier League, y cada vez que se pone la amarilla no arruga. Como otros.
Eso sí, si fuera por la justicia de la tierra del plátano el bueno de Enner debería haberse ido a la jaula.
Y si existiera un Primer Plano, made in Ecuador, de seguro ayer un guatón con guayabera al estilo de Julio César Rodríguez se habría hecho el pino con el rating, ya que Valencia debió irse preso.
Mientras el "Tri" entrenaba en el Atahualpa de Quito, el abogado Paulo Marín llegó hasta las afueras del estadio donde hoy jugará la Roja exigiendo que al crack le pusieran las esposas.
Y con orden en mano, eh, pues el juez José Olivera, titular de un juzgado de familia en Guayaquil, decretó la orden de arresto por "papá corazón".
Cuatro meses
Resulta que pese a lo que se forra en la Premier League, Valencia hace cuatro meses no se ha puesto al arco con la pensión alimenticia de su hija más chica, así que no quedó otra que enjaular al futbolista.
Pero lo más cuático fue que el abogado Marín, pese a tener la orden, no logró que los pacos lo pescaran y no hubo caso de que nadie echara el portón abajo para sacarlo de la concentración.
Claro, el moreno es demasiado bueno para el balón y los polis de allá no son como los de acá, porque no se atrevieron a pitearse a todo Ecuador.