El camarín quiere que venezolanos paguen el urracazo

Si Valentina Roth, Tanza Varela o Sandy Boquita hubieran visto la mansa vena que había en el camarín de la Roja tras la pasteleada que se pegaron Gary Medel y Eduardo Vargas, se desmayaban de la pura impresión.

Es que los muchachos estaban enojados. Furiosos. No entendían cómo en menos de tres días, sus compañeros olvidaron la promesa interna que se hicieron en La Paz, apenas le ganaron a Bolivia.

"Ese día nos juramos que nunca más daríamos que hablar por hechos como el 'Bautizazo' y que sólo nos enfocaríamos en la posibilidad de quedar líderes de las clasificatorias, aprovechando la fecha libre que tiene Argentina", soltó un integrante del plantel.

Palabra de hombre que fue ratificada ese mismo día por Arturo Vidal, cuando dijo que "todo lo malo quedó atrás y ahora debemos ganarle a Venezuela".

Por lo mismo, en la tarde del miércoles y mientras veían cómo Claudio Borghi intentaba explicar lo inexplicable, Claudio Bravo, Alexis Sánchez, Humberto Suazo y Pablo Contreras tomaron una decisión drástica: ganarle a Venezuela ya no sería un desafío, sino una necesidad imperiosa.

La idea de los cuatro referentes de La Roja es mantener en pie el compromiso que hicieron a más de 3.500 metros de altura, pero -por sobre todo- darle un espaldarazo al "Bichi", el hombre que quieren como a un padre.

"Encuentran que es injusto que él se lleve las críticas, cuando ya todos son hombres grandes que deberían asumir sus responsabilidades", confesó uno de los tantos sapiolas que La Cuarta tiene en Juan Pinto Durán.

Otro de los puntos que desean dejar en claro es que no se les puede calificar a todos de "carreteros" y desean que, por fin, se hable de los logros deportivos de este grupo y no de las pichangas que sirven en la disco o de las copas que traen dos hielos adentro.

Discurso que los referentes le repitieron a los jugadores de Universidad de Chile que se encuentran en la concentración.

Claro que la idea no era reprenderlos, sino integrarlos como bloque a esta nueva misión, ya que se adjudicaron su espacio por la cercanía que tienen con el "Niño Maravilla".

La respuesta de los campeones de la Sudamericana no se hizo esperar. Todos se alinearon con Bravo y compañía, pues sienten que el deté parrillero no hizo diferencia alguna con ellos, pese a ser del equipo archirrival del que ama (Colo Colo) y los respaldó públicamente cuando lo necesitaron.

Dadas así las cosas, Chile pisó el suelo llanero más aleonado que cornudo con dos copetes. Si ganan, demostrarán que nadie está por encima del equipo. Para que les quede clarito a todos quienes piensan vacilar a sus compas y al Bichi.

COMPARTIR NOTA