“Yo soy súper incorrecto para los análisis, y ahí puedo tener diferencias con ustedes”, aclaró el animador que opinó sin filtros.
Un furioso descargo compartió José Antonio Neme tras conocer el caso de Mónica, una mujer de nacionalidad boliviana que vive en una toma de Cerrillos y que trabajaba para un “empresario” peruano que confeccionaba ropa falsificada en un taller instalado en el lugar.
En Mucho Gusto, el periodista y notero Karim Butte, se mostró particularmente conmovido por la situación de esta mujer. A sus siete meses de embarazado, se quedó sola y sin comida tras la detención de su pareja, uno de los sujetos que le trabajaba al “comerciante”.
“Ellos son trabajadores, no son dueños ni de la propiedad ni de la ropa. Ni siquiera le han dejado comida ni plata para que pueda comer”, expuso una vecina de Mónica, que intentaba alertar sobre su preocupante estado.
“Acá hay personas que explotan a otras, acá hay un tema humano. No puede ser que una persona embarazada no reciba ningún tipo de ayuda en nuestro país”, complementó Butte.
“Es el resultado de su historia”
Sin embargo, Neme se ofuscó por la situación. “A mí me choca que un comerciante, un nefasto que está en otro país, logre desde Perú armar una red en Chile, en un campamento. Un delincuente que está en Perú y que logró armar un taller al interior de esta toma para abastecer al comercio ilegal”, planteó el animador.
“Yo soy súper incorrecto para los análisis, y ahí puedo tener diferencias con ustedes. Obviamente que me duele ver a esa mujer embarazada, nadie con cojones decentes podría desearle mal, y ojalá que alguien le entregue asistencia, pero es el resultado de su historia. Estar en un país, sin documentación, y empiezan a entrar en un espiral muy oscuro donde terminan en una situación prácticamente de esclavitud”, agregó.
“¿Saben quién me merece mi dolor profundo? Es ese niño que está ahí, que no tiene ninguna responsabilidad de la historia hacia atrás. Cuando uno es un adulto, pobre o rico, los actos van teniendo consecuencias”, continuó.
Finalmente, Neme aclaró que “entiendo la parte humana, pero me pasa que estamos buscando legalidad en la ilegalidad”.
“Esa mujer que está ahí es víctima, pero de dos cosas: es víctima de su propia historia de fragilidad y de la ineficacia del Estado de Chile, porque las reglas del juego le permitieron entrar en este espiral”, concluyó.
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