Un total de 3 millones de cuerpos, lo que corresponde a la población actual de las regiones del Bío Bío y la Araucanía, se encuentran actualmente descansando eternamente en el Cementerio General de Santiago, un recinto de 86 hectáreas que alberga a 34 presidentes de Chile (sólo faltan cuatro) y que registra un promedio de 18 funerales diarios.
Pero la necrópolis de Recoleta no sólo recibe cortejos fúnebres y deudos sufriendo por la pérdida de un ser querido, ya que los capos del recinto decidieron hacer de la siempre pesarosa visita una experiencia terrible de diferente.
Fue así como apostaron por ofrecer, en el mismo camposanto, inéditos cursos como naturaleza para niños, arreglos florales, cosecha de flores, manejo de jardinería básica, lombricultivo, huerta medicinal, alimentación saludable y hasta meditación.
Al gratín
Según explica el dire del cementerio, Marco Sánchez "nos dimos cuenta que había un potencial que había que rescatar. Fue así como por ejemplo tomamos un invernadero que estaba abandonado, lo restauramos y en este instante estamos a punto de instalarle paneles solares. Con el vivero hicimos lo mismo, y empezamos a trabajar naturaleza para los niños. Allí hacemos cursos de arreglos florales, y cosechas de flores".
Según cuenta Sánchez, todos los niños de Recoleta, como actividad extra programática, tienen que venir al Cementerio, "por lo tanto tenemos una agenda de aquí a noviembre con actividades, que también están abiertas al público. De hecho hay mucha gente interesada en esto, porque todas las rutas que tenemos son totalmente gratis".
Precisamente, junto con las clases y talleres, hay tres tour nocturnos, además de la ruta que se dedica a los mitos y leyendas. "Tenemos la 'Llorona', el caso de catalepsia, y varios más. Estamos viendo el tema de los actores para ampliar este tour. La idea es tener harta actividad cultural dentro de la necrópolis".