Un terrible caso conmovió a Argentina y es que un adolescente fue asesinado a golpes en un crimen protagonizado por un amigo de la misma edad.

Este lunes 3 de julio, enterraron los restos de Joaquín Sperani en el cementerio Jesús Redentor, junto a su familia y amigos de la escuela.

“Era un chico correcto. Yo estaba criando a un hombre, un ser responsable y no a cualquier cosa. Yo le doy valores a mis hijos”, dijo Mariela Flores, la madre del adolescente fallecido.

El joven falleció después de recibir 18 golpes en la cabeza, así lo verificó la autopsia del cuerpo que se llevó a cabo en la ciudad de Río Cuarto.

La última vez que se había visto al joven fue el pasado jueves y el domingo fue hallado sin vida en una casa abandonada a 100 metros de la escuela, así lo indicó el Ministerio Público Fiscal.

El jueves salió a las 14:57 de casa, por última vez. Su bicicleta estaba en el patio del colegio al momento de su desaparición, señala Cadena 3.

El asesino de 13 años: eran amigos

El responsable de este macabro y extraño crimen, era un adolescente de 13 años, quien reconoció la autoría en el crimen, pero es inimpugnable por la edad.

Ambos eran mejores amigos, así lo contaron algunas fuentes y fue verificada esta versión por la imagen que se viralizó de ambos sonrientes, antes del asesinato.

Sin embargo, después las cámaras captaron al mismo joven regresar, esta vez, sin su compañero y regresó a clases, fingiendo que nada pasó.

En la escena del crimen encontraron un hierro y un pedazo de hormigón, ambos tenían manchas de sangre.

El chico murió a causa de un traumatismo de cráneo y que sufrió un daño encefálico que le provocó la muerte inmediata, luego de recibir golpes en la cabeza.

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