“Al ver la película estaba temblando realmente por la tristeza, la memoria y el sufrimiento. En la escena de la prueba atómica, empecé a sufrir, no podía ver la película”, dijo Yasuaki Yamashita.
Durante este fin de semana se estrenó la esperada película Oppenheimer, dirigida por el director Christopher Nolan.
Este filme narra la vida de J. Robert Oppenheimer, el físico teórico que fue parte primordial en el desarrollo de las primera armas nucleares en el Proyecto Manhattan y las devastadoras consecuencias que tuvo a nivel mundial.
Recordemos que a fines de la Segunda Guerra Mundial, el 6 de agosto de 1945, el ejército de los Estados Unidos lanzó Little Boy, la primera bomba atómica sobre la población civil, y arrasó con la ciudad japonesa de Hiroshima.
Uno de los sobrevivientes de este inhumano ataque llamado Yasuaki Yamashita, reside en México y fue invitado para ver esta película y compartir esta experiencia.
Según el relato del hombre, él estaba en su hogar cuando un vecino advertía que había visto un avión sobrevolar la ciudad. A raíz de esto es que su madre decidió que debían bajar a un refugio que estaba en la parte subterránea de su casa.
“Ella tomó mi mano y en el momento en el que entramos a la casa vino una explosión terrible. Ya pueden tener una idea de esa explosión por la película. Era una luz tremenda. Como si fueran mil relámpagos al mismo tiempo. Empezamos a sentir que cosas volaban sobre nosotros, pero de repente un silencio total”, explicó Yamashita.
Para el sobreviviente no fue fácil recordar aquel día, ya que “al ver la película estaba temblando realmente por la tristeza, la memoria y el sufrimiento. En la escena de la prueba atómica, empecé a sufrir, no podía ver la película”.
“Tuve que taparme los ojos y empecé a llorar”, confesó.
“Lo importante de ver esta película es que la gente entienda lo que pasó y que jamás pueda suceder nuevamente esta tragedia. Si se olvida, esto puede repetirse. Por eso creo que es importante que sobre todo los jóvenes la vean. Esto no se puede repetir jamás, pero jamás. Nadie puede sufrir como sufrimos nosotros”, declaró con firmeza.
Su nueva vida lejos de Hiroshima
Las consecuencias de la bomba atómica afectaron en todos los ámbitos de su vida. La radioctividad causó anemia, hemorragias y desmayo. Incluso sufrió discriminación social porque las personas tenían miedo a “contagiarse de radiación”, por esta razón decidió dejar su país.
Yasuaki Yamashita decidió aprender español y el año 1968 fue parte de la prensa japonesa durante los Juegos Olímpicos de la ciudad de México, donde decidió que comenzaría su nueva vida, lejos del horrible recuerdo de esta bomba.
“México me recibió de brazos abiertos y me dio cariño. México me dio la segunda vida. Por eso el cariño y amor de los mexicanos me dio una lección para quedarme en México para siempre”, dijo.