El doctor muerte

Francisco Ramírez planeó fríamente la muerte de sus tres hijos menores de edad. Los mató a tiros en su casa y luego se suicidó frente a su esposa.

Pilar Merchak (51) luce entusiasmada, esboza una sonrisa al encontrar el trago que le encargó su esposo, Francisco Ramírez (50). Hace 20 minutos salió de su casa en el sector de Zapallar, en Curicó, hacia un supermercado de avenida España, previendo una noche de reconciliación.

Claro, de esas ha tenido varias con su pareja, pero la tarde del miércoles 29 de agosto de 2012 tiene un ambiente distinto. Después de vivir años de infernal relación, las vacaciones familiares que en tres días más los tendrá en un resort all inclusive de República Dominicana, han cambiado los aires del hogar.

Pasa por la caja pensando en las maletas y en lo bien que lo pasarán junto a Coto, Juanjo y Tatán, los hijos que tiene con el pediatra más conocido de la zona que, por cierto, le ha prometido una sorpresa para cuando vuelva. Una antigua amiga la saluda antes de irse al estacionamiento a paso raudo.

Demora 15 minutos en regresar a la casona que arriendan. Cinco mil metros cuadrados de terreno y una amplia construcción que, en su momento, también les sirvió como un sitio para tratar de salvar su relación.

Al entrar es recibida con especial atención por Francisco, quien tiene todo listo para hacer un brindis. La invita a la terraza del dormitorio y, después de los chinchín, saca de su bolsillo lo que parece ser la gran sorpresa: un anillo de oro blanco y brillantes, con el cual su esposo, desde el año 1989, le vuelve a pedir matrimonio.

Su alegría es plena al ver como su "tormento" le introduce el anillo. Pero repentinamente, el hombre cambia de actitud y desde un costado toma una huincha de embalaje con la que intenta amarrar a Pilar. Entiende que no se trata de un final feliz y da la guerra para librarse. Su esposo toma la Beretta 9 milímetros automática que compraron en 1996 y se suicida.

La escena es cruda, pero se torna espantosa. Merchak corre a buscar a sus hijos, a quienes encuentra juntos en una habitación. En shock los observa, están uno al lado de otro, de rodillas, en el suelo, hacia la pared y cada uno con un tiro en la nuca. José Miguel (17), Juan José (16) y Sebastián Ignacio (13) habían sido asesinados por su padre mientras ella compraba.

"Los mató, los mató… ¡cómo pudo hacer eso el desgraciado!", le grita a través del teléfono al carabinero que la atiende en el 133. Está afuera de su casa. Salió y no se atreve a entrar. Ya no puede.

El pediatra

Francisco Ramírez está en la misma lista de "El Tila", Erasmo Moena o el sicópata de Alto Hospicio. Socialmente, era un ejemplo. Hijo de un carnicero, creció en San Miguel, fue al Instituto Miguel León Prado y luego estudió Medicina en la U. de Chile. Llegó a la zona vitivinícola tras casarse con Pilar, hija de Norman Merchak, ex intendente del Maule y director del Hospital de Curicó, quien lo había apadrinado.

Con los años se convirtió en una personalidad de la ciudad. Por su consulta de Manuel Montt 357 pasaban, por ejemplo, la mayoría de los compañeros de curso que tenían sus hijos. José Miguel iba en segundo medio en el colegio Monseñor Manuel Larraín, mientras que Juan José cursaba el mismo nivel pero en el Orchand College, junto al menor, Sebastián, que estaba en 8° Básico.

El día de los asesinatos se preocupó de viajar a Santiago para despedirse de su padre (su madre había muerto en el '97) y comprar el anillo en las galerías del centro. Regresó por última vez a su consulta y dejó dos sobres con los sueldos de sus dos funcionarios. Nunca canceló el plan de vacaciones a República Dominicana que tendrían desde el primero de septiembre. Todos los funerales fueron el 31 de agosto.

Dos años después de la tragedia, la sobreviviente, Pilar, leyó una carta durante una misa en recuerdo celebrada en la Iglesia La Merced de Curicó. "Ha sido un proceso duro, tortuoso y muy triste… con momentos de flaqueza, dolor e impotencia", recordó. Es una mujer fuerte que hoy trata de vivir.

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