Las cifras son macabras: casi una mujer a la semana ha muerto durante este 2013 a manos de su pareja o ex pareja y en la mayoría de los casos se descubre una larga historia de violencia intrafamiliar.
Este relato alguna vez habló de dos seres que se amaban, pero que con el correr del tiempo se transformaron en enemigos y entraron en una guerra, donde usualmente las mujeres sacan la peor parte.
Susy Chávez Beltrán (44) no quiere transformarse en el femicido número 14 del 2013. Para evitarlo arrancó del hogar y se ocultó.
"Debí dejar mi departamento, mi trabajo, mis niños y mi vida porque no quiero morir. Estoy asustada y siento que nadie de verdad se preocupa de mujeres como yo, que son amenazadas de muerte día a día", relató a LaCuarta.com la afectada.
Con la voz quebrada aseguró que le parece ridículo ocultarse como si fuera una delincuente, pero después de recurrir 15 veces a la fiscalía Centro Norte y "no sé cuántas veces a Carabineros, es lo único que me queda".
RELACIÓN TORTUOSA
Susy mantuvo una relación durante dos años con C.R.C., tiene tres hijos de un matrimonio anterior, uno de 25 años, otro de 22 y uno 17. Hace un poco más de seis meses la vida transcurría sin sobresaltos, hasta que de pronto su pareja comenzó a tener actitudes incomprensibles, según ella.
"Me celaba, me vigilaba y cuando llegaba a la casa me olía hasta la ropa interior, supe que algo malo pasaba y pensé que quizás siempre fue así y no lo vi, pues antes molestaba a su antigua pareja, quien ya lo había denunciado por amenazas", detalló Susy.
Recordó que en noviembre del año pasado le pidió que abandonara su hogar, pero no lo logró. En enero de 2013 "pedí ayuda a Carabineros, pero nunca sucedió nada y sólo provoqué su ira. Me golpeó en dos ocasiones en forma salvaje y desde ese momento me acosa, me amenaza, me sigue y cada vez que puede me ataca", explicó.
- ¿Qué pasa con la ayuda?
- Apareció mi caso en Mega y el sábado me llamaron de la Fiscalía para informarme que mi ex tenía una orden de detención por 48 horas, pero después de eso ¿qué hago?
- ¿Por eso hoy está escondida?
- Por supuesto, imagina que después de eso él llamó a mi hermana para decirle que mataría a mis hijos, la mataría a ella y luego se suicidaría.
- ¿Preguntó en la Fiscalía?
- Cómo voy a confiar si en las últimas tres denuncias me han asignado tres fiscales diferentes, cómo voy a creer que puedo ampararme en la Justicia.
- ¿Recurrió a los programas del Sernam?
- Sí, claro, me ofrecen algo similar a lo que hago ahora. Debo dejar mi casa, mi trabajo, mi vida hasta que el hombre se aburra de seguirme, ¡pero yo no soy delincuente! No comprendo que no puedan obligarlo a dejarme en paz.
- ¿Qué espera en el futuro?
- (Guarda silencio) ¿No te parece obvio que todo funciona después de la tragedia? No quiero ser el último femicido, no quiero que mis hijos queden solos. Él es un peligro para la sociedad, cree que es todopoderoso y desgraciadamente el sistema lo avala.
-Si pudiera hacer las cosas de nuevo, ¿qué haría?
-Lo hecho ya está, sólo quiero recuperar mi vida, mi tranquilidad y deseo que mis hijos también dejen de esconderse.
