Leoncito Smith Angulo no aguantó más a la espera de un corazón, y sufrió tres infartos cerebrales que le costaron la vida.
El niñito de cuatro años que habría sobrevivido a ocho paros cardíacos el sábado fue declarado con muerte cerebral, y como la situación se hizo irreversible sus papitos decidieron realizar un acto de generosidad que nadie tuvo con ellos: mantuvieron el cuerpo con signos vitales hasta que le retiraron los riñones para donarlos y así darle esperanza a otro peque.
Con una paz que estremecía Miriam, Juan y su hija Flo hablaron con la prensa afuera del Hospital Clínico de la UC.
La mamá dijo ayer en la tarde que “Leoncito ya es un angelito y aunque no lo crean, vivió felices cuatro años, pero aún así nunca llegó su donante, lo esperaba feliz de la vida todos los días, y ahora él está donando para un niño que lo necesita, así que su labor en este rato es esa, va a estar en pabellón como seis horas y después le vamos -con su hermana y su papá, y todos los que nos han apoyado en esto- a dar una bonita despedida como él se lo merece”
Alegraba al resto
“Lo dimos todo hasta el final. Mi hijo fue súper feliz, todo el mundo lo va a extrañar porque alegraba al resto. Independiente de las condiciones en que estaba, alegraba al personal que vivió con él 150 días en la UCI. Estoy emocionada pero a la vez tranquila, me siento como en paz”.
El papá también habló: “Creo que todos como ciudadanos tenemos que ser más generosos, nosotros siempre hemos dicho que somos un país generoso... y de repente como país nos acordamos de la donación por moda y es algo que tenemos que hablar cada uno en nuestro hogar, es una decisión difícil por mucho que la tengamos conversada y acordada. Nosotros le vamos a dar la felicidad y tranquilidad a otra familia que no alcanzamos a tener”.
Sobre las donaciones en Chile agregó que “a nivel de país el Estado está en deuda de que haya una política real del tema, de que se hagan campañas. Hace siete meses que no se hacen campañas y yo lo que hice fue rogarle al Ministerio de Salud que las haga, y no se hicieron, pero más que lamentar hacia atrás hay que mirar hacia el futuro. León cada vez que volvía de la muerte lo hacía con más amor y más fuerza, quizás lo que él nos quería enseñar es que seamos generosos y pensemos en el otro, en cómo ayudar al otro siempre, a pesar de no conocerlo, yo no sé a quién van a llegar los órganos de mi hijo, ese no es el tema, el tema es que lleguen a alguien y consuelen a una familia”.
Recuerdos
En cuanto al recuerdo que guardarán de su valiente niño, su papá agregó: “Nosotros siempre hemos sido una familia que nos queremos mucho, nos cuidados, nos acompañamos. De hecho en la UCI en lugar de andar graves andábamos felices porque la vida es tan corta y al final nadie sabe cuánto va a vivir”. Luego agregó: “Lo que le pasó a mi hijo le puede pasar a cualquiera, pero mi hijo era tan feliz que quería quedarse en este mundo y eso fue porque nosotros también aprendimos a rodearnos de gente muy bonita y él nunca conoció la maldad, siempre conoció la generosidad. Esa fue la clave”.
A eso de las 21 horas de anoche, Juan Smith escribió en su Facebook que la extracción de los riñones de su angelito salió muy bien: “Todo exitoso, Leoncito descansa. Velatorio mañana en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario en el Parque Juan Pablo II”.
Se hizo todo lo posible
Al mes de vida, a León le descubrieron una miocardiopatía dilatada que se fue complicando. La familia era de Osorno y debió cambiarse a vivir a Santiago en donde hay más recursos hospitalarios. En marzo del año pasado, sus médicos detectaron que sus latidos eran más extensos de lo normal. Por la miocardiopatía el corazón del niño creció demasiado para su edad y esa condición hizo imprescindible un trasplante.
El órgano nunca llegó y para ganar tiempo que pusieron uno artificial que no impidió el fatal desenlace que tiene a todo un país avergonzado por la falta de una política de donaciones decente.