En 1961 llegaron los primeros colonos a la ex Colonia Dignidad fundada, entre otras personas, por el ex cabo del ejército alemán Paul Schäfer.
La ex Colonia es un extenso predio precordillerano ubicado en las cercanías de Parral, en la VII Región.
El ex militar germano que participó en la Segunda Guerra Mundial como enfermero, llegó al país escapando de acusaciones por abuso sexual que la justicia de ese país abrió en su contra.
En 1966 la Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad ya superaba las 230 personas, que en su mayoría formaban parte de la Misión Privada Social, organización dedicada al trabajo con menores en riesgo social.
El enclave alemán lentamente comienza a separarse del ritmo normal del país, aunque proyectan una imagen de lugar tranquilo, con gente trabajadora y que viven en armoniosa comunidad.
Sin embargo, gracias a las fugas de colonos afloró la verdad de la ex Colonia. Se trataba de un sitio con estrechos vínculos con la dictadura de Pinochet y sus agentes.
Schäfer permitió que al interior de la ex Colonia operara la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA). En el lugar se encontraron armas, se supo de brutales torturas a detenidos políticos y desapariciones de personas.
También salió a la luz el régimen autoritario que soportaban los habitantes del lugar, quienes eran verdaderos robots de la maquinaria montada por Schäfer.
Con el avance de la democracia, la policía estrechó el cerco en torno a Schäfer y sus secuaces. Se realizaron múltiples allanamientos en la búsqueda del alemán, quien en 1997 pasó a la clandestinidad, se fugó del país y evadió a la justicia por varios años.
El 10 de marzo de 2005 Schäfer fue apresado en Buenos Aires, Argentina, y posteriormente enviado a Chile para ser juzgado por los numerosos delitos que cometió en Villa Baviera.
En los últimos años de su vida, Schäfer fue condenado por causas de violaciones a los derechos humanos y recibió 20 años de presidio por abusos sexuales a 28 niños.
El octogenario alemán falleció en el Hospital Penal de Gendarmería, el 24 de abril del año pasado, a los 88 años, debido a una insuficiencia cardíaca global.
Schäfer cumplía cuatro condenas por un total de 33 años: Siete años por homicidio calificado; tres por infracción a la ley de armas; otros tres por torturas y los 20 por abusos.