Algunos podrán decir que ya no es el mismo, que ahora se ganan la plata fácil y que basta tener una canción conocida para llegar a uno de los escenarios más importante de Sudamérica, tal como pasó un día con No Mercy y su hit Where Do You Go. Sin embargo, pese a todas las críticas, el Festival de Viña sigue reventando la sintonía durante seis noches y sorprendiendo con sus aciertos y errores.
Y como yo soy una persona muy creativa y que me uno a las masas, decidí dejar de tirarle datos a Jorge Sampaoli para las próximas fechas clasificatorias y, así, entregar mi opinión sobre lo que va de competencia, pero al estilo veraniego. Es que el torneo chileno también tiene Festival.
En mi ranking lo más malo de la fiesta viñamarina fue el show de Memo Bunke, con una rutina predecible y poco elaborada. En ese sentido, Cobresal se llevaría todas las pifias, y ni siquiera “la mosca que se cae a la sopa” le daría algún premio de consuelo.
Brillaron Elton John, 31 minutos y Miguel Bosé. ¿En Chile? Me quedaría con el fútbol de Católica, el oficio de Cobreloa, el protagonismo de Unión Española. Ninguno se habría llevado gaviota, eso sí. El ofertón está en Viña, nomás. ¿El mejor humorista? Arriesgo querella, así que lo dejo a la imaginación, ¿me entendés?
Para coronar a un rey falta mucho. El estilo europeo de Lasarte no alcanza, tampoco el currículo amoroso de Olivi ni los ojitos claros de Franco. Por ahora le daría el voto al “Guatón Parrillero” del Twitter. ¡Qué manera de romperla!
Y si tuviera que destacar una frase de este Festival, tal como un día el Puma dijo que había que escuchar la voz del pueblo, sería la de la “maquinita que está funcionando”.
¿Nuestro Jorge González? El Fantasma, sin duda. Y si pelaron tanto los vestidos de Eva Gómez, que fueron creaciones de Rubén Campos, no puedo dejar de mencionar la camiseta flúor de los azules. Cero glamour. A Julita Astaburuaga le daría ataque.
En este festival también hubo un basureo: Fran Valenzuela. Si hasta le dieron la gaviota después de comerciales. Pues bien, en nuestro torneo no hay nadie más cortado que el Pájaro Gutiérrez. Bueno, súmele a Bogado y Monje.
Por último, en Viña siempre destacan “lo que no se vio”, como a la Jueza paseando por la alfombra de la gala (Chilevisión nunca la enfocó) o al público rugiendo como antaño. por eso, diría que en nuestro torneo nunca se vio -y no se verá- el “9” de la “U” ni a la esposa de cierto técnico.
¡Chau amigos!
Juvenal