El gringo Kast bailó dos cuecas y se le arrugó el poncho...

Apenas dos patas de cueca le duró el ministro de Planificación, Felipe Kast, a su colega del Servicio Nacional de la Mujer, Carolina Schmidt, en el inicio de los carretes dieciocheros en el bar La Piojera.

A pesar de que se aleonó con una caña de terremoto y medio pato de chicha con pipeño, el ministro Kast no fue capaz de mandarse tres al hilo con la dueña de las piernas más lindas del Gobierno.

"El '18' es una fecha que me llena de fuerza y entusiasmo, pero debo confesar que ya no llego a las tres", reconoció Kast, quien terminó el zapateo con el poncho arrugado y pidiendo una "réplica" cargada al fernet.

Quien sí sacó aplausos y varios suspiros fue la ministra Schmidt, quien llegó a La Piojera vestida de huasita pituca, con un traje pegado al cuerpo, largo y angosto. Después que bailó dos cuecas choras con Kast, la ministra del Sernam siguió el bailongo con un galán recién fermentado y quedó con fuerzas para atender al chinche de Caiga Quien Caiga.

"Me gusta harto la cueca y no hay mejor forma de celebrar el aniversario patrio en terreno, rodeada de chilenidad y de jefas de hogar", dijo la ministra del Servicio Nacional de la Mujer.

En el mejunje también estuvo presente un grupo de vecinas de Conchalí que se ha destacado por luchar, trabajar y rebuscárselas para sacar sus familias adelante.

Todas las comadres fueron felicitadas por los ministros Kast y Schmidt y atendidas como reinas por los garzones de La Piojera, quienes las taparon de empanadas y cañas de terremoto.

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