Francisca Solar es una seguidora de Harry Potter y como no le gustó el final de uno de los libros, publicó en internet un desenlace alternativo. En ese momento cientos de personas comenzaron a seguirla y hoy se ha convertido en la primera escritora en lanzar un libro virtual.
El Hada de las Cadenas es la primera novela digital vendida en Chile a través de tarjetas de descarga en librerías. Lo chori es que así como se puede comprar acá, se puede comprar desde cualquier parte del mundo.
- ¿Cómo te iniciaste en la escritura?
- Leyendo. Así tal cual. Al leer a otros me di cuenta de que no quería pasar la vida consumiendo universos de otros, sino que yo quería proponer los míos. Tenía la intención, las ganas, la pasión y el amor por las letras. Desde que aprendí a leer empecé a desarrollar la escritura, usando palabras nuevas, escribiendo para mí y sólo para mí, pero practicando de sol a sol.
- ¿Qué fue lo primero que publicaste?
- Mi primer texto público fue un fanfiction, publicado en internet. Tenía 15 años, creo. Desde ese momento, mi pluma siempre ha estado en vitrina y dudo que vaya a desaparecer.
- ¿Siempre la literatura fue tu actividad favorita?
- Siempre. Más que cualquier otra cosa, sin pensarlo. Desde que tomé mi primer libro, nunca más me despegué. Perderme en mundos imaginarios fue mi mejor droga.
- ¿Ves tu futuro como escritora en la ficción?
- Absolutamente, y estoy construyendo hacia allá. Tomo todas mis decisiones mirando en esa dirección, buscando cumplir ese sueño más temprano que tarde.
- ¿Y la idea del libro virtual?
- Si bien el libro digital tiene ciertos "contras" en comparación con el papel convencional, sí tiene otros "pros" que son indiscutibles: rapidez y comodidad de acceso, y precios más bajos.
- Así te leen en otros países...
- Tengo una lectora en Dinamarca que compró mi novela el mismo día y hora que la lancé en Chile. Es maravilloso, y contra esa conectividad instantánea el papel no puede competir. Lo digital se está abriendo paso con fuerza y será el formato principal en pocos años; quería subirme a ese carro antes que nadie y empezar a pavimentar el camino.
- ¿Pero abandonarás el papel?
- Seguiré publicando en papel, como siempre, pero desarrollando al mismo tiempo el espacio digital, que todavía tiene beneficios insospechados que ofrecer.
- ¿Crees que en Chile es fácil ser escritora?
- Para nada. Es un campo todavía machista y un tanto misógino, pero no ando de mártir por la vida; al revés, creo que las obras deben hablar por sí solas y yo sigo avanzando con las mismas ganas. Si no se abre una puerta aquí, se abre en otro lado. Hay que saber buscarla.
