María Graciela Quinteros, madre de la fallecida teniente de la FACh Carolina Fernández, cree que el informe final de la Junta Investigadora de Accidentes Aéreos (JIA) contribuye a “aclarar un poco la verdad” sobre las causas de la tragedia que le costó la vida a 21 personas el 2 de septiembre pasado.
El documento revela una serie de fallas en el procedimiento de vuelo de la aeronave de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) y responsabilidades de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), entre otras conclusiones.
“Se hace alusión al reporte meteorológico errado, que es un tema que hemos hablado desde el principio. El reporte que reciben es errado y siempre fue errado”, señaló la madre de la piloto del CASA 212 que se estrelló en el mar de Juan Fernández.
Añadió que a su hija y al teniente Juan Pablo Mallea, el otro piloto de la aeronave, se les informó sobre las condiciones del tiempo en San Juan Bautista, ubicado a 10 kilómetros del aeródromo del archipiélago.
Aclaró que “pasando el punto de no retorno al continente, a unos 8 ó 10 minutos de la isla, reciben reportes errados de información”.
Señaló que las condiciones meteorológicas eran muy distintas en San Juan Bautista, “que está a la orilla del mar, al otro lado de la isla”, a dos horas y media en barcaza del aeródromo.
ASEO
La mujer dijo que quien “reportaba las condiciones es la persona contratada para hacer el aseo y él reportaba al puesto meteorológico en San Juan Baustista”.
“La persona que informa desde la pista lo hace al ojo. Eso nunca va a ser preciso”, expresó María Graciela.
- ¿El informe contribuye a limpiar el nombre de su hija?
- Contribuye a aclarar un poco la verdad de la tragedia, eso es lo que hemos querido desde un principio, acercarse a la verdad que siempre dijimos.
Indicó que “siempre supimos que hubo problemas de información meteorológica, que fue poco profesional”.
INVESTIGACIÓN
Entre los factores que contribuyeron al accidente se menciona el vuelo de la aeronave a baja altura por motivos indeterminados, por lo que se expuso a áreas inestables de vientos, según la madre de la piloto Fernández tras saber del informe.
También se refiere a que no hay procedimientos publicados para tripulaciones como cartas de aproximación, aterrizaje visual u otro procedimiento que indique altitudes mínimas en zonas restringidas o peligrosas para el vuelo al archipiélago.
Además, María Quinteros señala que el documento revela que no hay servicio de información que entregue a las aeronaves las condiciones meteorológicas en tiempo real, lo que ocurre en pista e inmediaciones del aeródromo.
Alfredo Morgado, abogado de famliares de las víctimas, señaló que en el informe “se hace referencia a problemas estructurales en sí de la estación meteorológica de la DGAC y también de la no adecuada información que se proporcionó, que en contraste es distinto a lo que se tenía por parte de la Dirección Meteorológica de Chile”.
LA FUERZA AÉREA DEFIENDE SUS PROCEDIMIENTOS
El secretario general de la FACh, general de Brigada Aérea Maximiliano Larraechea, consultado por La Cuarta, se refirió a los alcances del informe final de la Junta Investigadora de Accidentes Aéreos. Respecto a la “falta de procedimientos para tripulaciones” que afectaría a la institución, el general indicó que “la Fuerza Aérea sí tiene manuales de vuelo y manuales de fase que
establecen cómo operar cada uno de sus aviones y el procedimiento a seguir ante las más diversas circunstancias, incluido el aterrizaje bajo fuertes vientos”.
En relación a la normativa que rige los vuelos en la isla Robinson Crusoe, indicó que “sus requerimientos no difieren de los de tantos otros aeródromos en distintas localidades del país. Estamos disponibles para proceder bajo los protocolos de aproximación que la autoridad correspondiente decida establecer en el ejercicio de sus atribuciones”.