El año pasado, la periodista del Hospital Clínico de la Universidad de Chile Fernanda Farfán organizó la primera edición del libro infantil Imagina que Volamos.
La gracia del texto ilustrado que fue repartido gratuitamente en hospitales de todo el país, es que los cuentos fueron escritos por personalidades como Soledad Onetto, Rafael Araneda, Francisco Melo, Iván Zamorano y Cecilia Morel.
Tan buena acogida tuvo la iniciativa, que se repetirá con figuras igual de bacanes. La editora contó que entre otros famosos ahora colaboraron Amaro Gómez-Pablos, la ministra del Sernam Carolina Schmidt, Fernanda Urrejola, Jorge Zabaleta, Javiera Contador, Martín Cárcamo y Polo Ramírez.
El Matador también se puso con los niños enfermos. En su cuento titulado El Sueño de Aucamán, Salas Melinao destaca con orgullo su herencia mapuche.
Con una prosa con olor a gol, ágil y sencilla, el ex delantero de buenas piernas habla sobre un niño que a través de la imaginación vuela arriba de un cóndor y juega con una paloma alba.
El tincudo periodista Polo Ramírez creó un cuento sobre una niña que trata de subirle el ánimo a su achacada mamá. Confesó que le "costó harto" escribir ficción y aseguró que su pluma es mejor que su ritmo para bailar música disco.
La ministra del Sernam se puso con la historia de una niña que cachó en el campo cómo las aceitunas se transforman en aceite de oliva.
Sobre la iniciativa dijo que le parece bacán porque "la lectura es uno de los momentos más valiosos que puede haber". Ante la calidad de su trabajo, fue modesta. "Me falta mucho, pero lo hice con amor".