El Nacional está como el hoyo

Impresiona. Es como si hubiera pasado un tornado, un terremoto grado 69, un tsunami y el cumpleaños del Negro Piñera. Todo al mismo tiempo.

Pero tranquilos, pecadores, que el Apocalipsis y su Dicom de siete cabezas aún no ha llegado a nuestro terruño. Simplemente, el Estadio Nacional está en plena etapa de su profundo enchulamiento y parece una zona de desastre.

No hay asientos y luce en pelotas. El pasto desapareció bajo las maquinarias, los escombros y las excavaciones.

La pista de recortán está partida, como por la grieta de un terremoto, y decenas de maestros pican por todos lados, para envidia del Anarkía y el Pancho Malo. ¡Cómo gozarían ellos y varios más por que les pagaran hasta las imposiciones para hacer mierrr... el estadio!

Pero si hoy el principal coliseo de Chile parece un gran hoyo, en pocos meses más será una joyita a nivel mundial.

butacas. De partida, nunca más habrá tablones: Puras butacas abatibles de color rojo y para la prensa asientos reclinables y frigobar.

La reja de contención fue reemplazada por un foso de 2,40 metros de profundidad y 2,20 de ancho por todo el perímetro, por lo que el guataca del Kramer ya está a dieta para saltarlo y pedirle a los jugadores que la mojen.

Eso sí, se tuvieron que demoler las primeras filas, por lo que el aforo quedó en 55 mil asientos.

Pero lo más importante de todo, tratándose del principal recinto pelotero del territorio nacional, es que la cancha será de lujo: Resistirá megaeventos como recitales de Los Huasos Quincheros o el siempre esperado regreso de René de la Vega.

Todo estará listo antes del 3 de marzo, día que la Roja recibirá al anfitrión del Mundial, Sudáfrica.

Y después viene lo mejor: Para el 2011 será techado. ¡Amén!

Bitar: "De nivel mundial"

En la  galucha del codo norte se mantendrá un sector con rejas y tablones, tal como lo conocieron los detenidos cuando el estadio fue convertido en campo de concentración en 1973. "Es para preservar la memoria histórica", dijo el ministro de Obras Públicas, Sergio Bitar, quien visitó el estadio para ver el  avance de la obra.

"Tendremos un estadio de estándar mundial, un Nacional dos punto cero, muy cómodo para los usuarios", se quebró y alucinó con la guinda de la torta: "En la etapa final, que pronto se licitará y que le va a dar un toque mundial, se pondrá el techo del estadio".

Al administrador, Ricardo Rojas, se le preguntó si es cierto que van a sacar al Pilucho, y respondió: "No se puede mover por orden del Consejo de Monumentos Nacionales. Lo que se sacó fue el moái".

Por David Reyes Soto

COMPARTIR NOTA