Mujer entregó detalles inéditos del presunto ataque. “Fue lo más asqueroso que se pueda sentir”, aseguró.
Fuertes detalles se dan a conocer en torno a la denuncia contra Sebastián Villa, jugador colombiano de Boca Juniors acusado de abusar sexualmente de una mujer.
Esta semana, la presunta víctima, identificada con las iniciales R.T.D. declaró ante la fiscal Vanesa González y aseguró que el futbolista “me preguntaba si me gustaban sus compañeros (de equipo). Yo estaba acostada boca abajo. No podía mover la cabeza ni nada de mi cuerpo, no podía respirar y él seguía. Yo sentía que él lo estaba disfrutando, no paraba y a mi me dolía todo”.
En un extenso relato, revelado por Infobae, la mujer recordó que “yo lo conozco a Sebastián Villa en la cuarentena, en un bar, en el año 2020. El Bar es El Toro y queda en calle 9 de Julio de la Ciudad de Buenos Aires. Tuvimos una conexión, charlamos, bailamos, todo normal. Teníamos una relación normal. Él, igualmente, era celoso, pero celos y terminaba, nunca había visto agresividad. Así nos vimos durante un año. Conocí a sus hermanos y a su entorno”.
Sobre lo ocurrido el 26 de junio pasado, contó que “cuando llegamos de un asado, él puso un parlante y música, bailamos, cantamos y hacíamos chistes. Él estaba tomando. En un momento, dice que tiene que descansar. Nos vamos a acostar”.
“Quiero agregar que en el asado ya venían los comentarios y las miradas feas. Yo me di cuenta de que algo pasaba. Me miraba feo. Yo, la verdad, es que me llevo bien con los jugadores, él estaba celoso y me hacía comentarios cada tanto, nada grave, aunque eran habituales”, agregó.
Luego, rememoró que “él va al baño, yo me saco el buzo, me saco las medias, me saco las botas, me acuesto del lado derecho de la cama y él se acuesta conmigo. Estaba sobre su pecho acostada y estaba bien, satisfecha con la persona que quería. Pero, en ese momento, su actitud cambió”.
“Él me empieza a hablar feo, me empieza a insultar y me decía que sabía que no podía confiar en mí. Le digo que no entiendo. Me dice que me hago la que no entiendo, me dice que me hago la boba. Me dice que yo pienso que él no se da cuenta, que él sabía que yo estaba con sus compañeros. Intento moverme para ver qué le pasaba. Me agarra del pelo de atrás, a la altura de la nuca, y me atrae brusco hacia su pecho. Me agarra de la cara y me pregunta: ‘¿Estuvo con mi compañero o no?’. Yo no sabía de quién me hablaba”, añadió la mujer.
Agresión sexual
Fue en este contexto que la violencia se habría desatado. “Él me pega una cachetada con la palma de la mano en mi cara, y me agarra otra vez el pelo. Ahí es donde me quiero sentar, y me atrae hacia él de nuevo. Le digo que me quiero ir, le digo: ‘No Seba’. Y me largo a llorar desconsoladamente, porque me estaba lastimando. Ahí me dice: ‘Ah se va para donde Cardona (compañero de equipo)...’”, reveló ante la fiscal.
“El seguía, estaba enojado y agresivo. No podía controlarlo en su enojo. Él, cuando me saca el short, me tira en la cama. Me agarra a la fuerza y me penetra vía vaginal. Ya me tenía en su poder. Me tira boca arriba, pone la rodilla arriba de mi pierna... Fue muy doloroso. Le dije que me deje, que no estaba bien lo que estaba haciendo y me penetra. Fue lo más asqueroso que se pueda sentir, porque yo trataba de cerrar mis piernas, pero él me tenía ya del cuello, me asfixiaba, me agarraba la nariz, la boca. Yo no lo podía sacar de encima”, añadió.
Finalmente, la mujer explicó que “de tanto forcejeo, me quedo sin aire y sin fuerza, por el cuerpo de él y la presión. Mi pelo en mi cara no me dejaba respirar ya. Yo no lo podía sacar de encima, yo sentía que era una lucha que no podía. El me sigue penetrando, yo lloraba y no podía respirar, fue un desastre”.
“Una vez que yo estaba boca abajo, él acaba, termina y sale. A todo esto, él me agarraba de la cintura... Mientras me tenía abajo de él, yo boca bajo, me preguntaba si me gustaba Cardona. Me preguntaba ‘¿solamente Cardona la puede coger?’”, complementó.
“Me pidió que no haga nada”
R.T.D. también narró lo ocurrido tras el ataque sexual.
“Me llama por WhatsApp, diciéndome que no haga nada. No le contesté más porque no sabía qué hacer. Yo tenía miedo, estaba sola, no tenía a nadie de confianza para que me apoye. Félix (asistente del futbolista) también la llama a mi amiga, diciéndole que no haga nada, que piense en su familia y le pregunta si yo quería verlo preso a él”, detalló.
Luego, recordó que “Félix me llamaba y mandaba mensajes todo el tiempo, aún si no contestaba. En el hospital me atiende una ginecóloga. Yo no quería decir nada, yo me quebraba. No recuerdo el nombre de la doctora pero está escrito. De hecho, la traté mal porque yo no quería contar y ella me preguntaba qué era lo que había pasado. Cuando me revisa, me dice que eso era propio de un abuso sexual, me pregunta si tuve un abuso, si me violaron y le digo que sí”.
Pese a la gravedad del hecho, la presunta víctima se fue del hospital sin hacer la denuncia. Al día siguiente, se reunió con Villa.
“Él me buscó en la esquina de mi casa. Se hacía el simpático todo el tiempo. Cuando llegó el momento de hablar del tema, de por qué me hizo eso, me ofreció plata. Me pregunta: ‘¿Cuánta plata quiere?’. Me dolió tanto esa palabra. Me dice: ‘Mil dólares, dos mil dólares, cinco mil dólares. Yo soluciono las cosas así’”, reveló.
Posteriormente, la mujer se reunió con Félix, quien le dejó 5 mil dólares. Ella se los devolvió.