El relato que nos ocupa ocurre en circunstancias poco favorables para su narrador, aviador que sobrevolando el ya señalado desierto, sufre el desperfecto del motor de su avión viéndose obligado a hacer un aterrizaje forzado, y de este modo queda sumido solo en esa enorme bastedad intentando arreglar su máquina.
Este es el escenario en que El Principito irrumpe frente al aviador haciendo preguntas, solicitando atenciones, emitiendo opiniones, sorprendiendo con su sabiduría de niño pequeño, con la simpleza del que ve las cosas tal cual son.
Pero este relato no sólo tiene que ver con este curioso encuentro, porque si bien conocemos las circunstancias en que el aviador llega hasta este lugar, no podemos comprender la presencia de un niño en tal paraje. He aquí el porqué este relato es considerado tan enigmático.
Así es cómo nos vamos enterando de que este pequeño es monarca de un desconocido planeta, el asteroide B-612, en el que tiene unas pocas pertenencias y sus grandes afectos. Que viene viajando hace un tiempo y ya debe regresar pues en su planeta lo esperan su rosa y unas cuantas obligaciones.
De paso nos cuenta que ha recorrido varios lugares donde ha conocido algunos personajes peculiares, se ha sentido un poco solo y también triste ya que no comprende el mundo de los adultos.