La piloto estadounidense Jessi Combs perdió la vida a más de 800 kilómetros por hora, cuando intentaba superar su propia marca.
Extrema. Arriesgada. Siempre al límite. Así era Jessi Combs, quien se encargó de dejar huellas en cada uno de sus actos. Y lo hizo hasta el último de sus días. La piloto perdió la vida a los 36 años, tras accidentarse a más de 800 kilómetros por hora: quería ser la más rápida de la historia.
La estadounidense estaba en el desierto de Alvord, en Oregon, intentando batir su propio récord de velocidad, cuando su auto sufrió un accidente y luego se encendió. Terminaba de forma trágica la exitosa carrera de que luchó por integrar a las mujeres en un deporte considerado de hombres.
Diseño. Nacida el 27 de julio de 1983 en Dakota de Sur, Estados Unidos, Combs no sólo era una hábil conductora de autos de velocidad. También destacaba como fabricante e incluso diseño una línea de engranajes de soldadura para mujeres.
La "artista sobre ruedas" era inquieta. Quería desembolse en diversas áreas, Y así comenzó al aparecer frecuentemente en TV, en programas como Overhaulin y All Girls Garage.
Pero su fama se disparó aún más cuando estuvo en una temporada del exitoso programa "Cazadores de Mitos", en reemplazo de Kari Byron.
De acuerdo a su sitio oficial, era "una especie de artista" y pasaba todo el tiempo que podía "creando con sus propias manos". Estudió fabricación de chasis y de barras de calle, y se graduó entre los mejores de su clase con un título en Fabricación Automotriz Personalizada.
Sueño
Pero lo que más apasionaba a Jessi era la velocidad...
Hoy es considerada la mujer más rápida del mundo en un vehículo sobre cuatro ruedas, tras marcar un récord de 640 kilómetros por hora de media, con una velocidad punta de 708 km/h, alcanzado en 2016.
Y esta semana, cuando su auto-jet de más de 50 mil caballos de fuerza se estrelló, Jessi buscaba el título de la más veloz de la historia, sin importar la cantidad de ruedas. Porque hasta ahora, la más rápida era la estadounidense Kitty O'Neil, que superó en 1976 los 823 kilómetros por hora a bordo de un vehículo de tres ruedas.
"Era una de las raras soñadoras con el valor de convertir esas posibilidades en realidad, y dejó esta tierra conduciendo más rápido que cualquier otra mujer en la historia", señaló la familia en un comunicado que confirmó el deceso de la también presentadora de TV.