Una de las expresiones más populares producida por el ingenio colectivo chilensis ha sido el nunca bien ponderado "pollito al velador".
El concepto tiene dos acepciones. La primera se refiere a la típica arrancada a un volteadero a la hora más tránsfuga -la del almuerzo- para cambiar los gritos del jefe por otros aullidos más placenteros. Aquí salen al baile los frescos de raya, especialmente casados, que se escapan a la hora del manye para pegarse una canita al aire de 13.00 a 15.00. Generalmente vuelven con el pelo mojado y una sonrisa que cruza el rostro. También entran al ruedo los jefecitos, itos, itos y sus secres; o los patas negras que se devoran hasta los huesitos de su pareja en la pieza con espejos, precisamente a la hora de la merienda.
También el ave al velador remite a la gran oferta culinaria que ofrecen los templos del amor a la hora de la papa. Sexo y comida van en el menú e incluye la famosa dieta del pollito con papas. Esa del "tuto pa' allá, tuto pa' acá, y pa pa pá".
De cualquier forma, el empresario gastronómico de la Ciudad de Punta Arenas, Mario Navarro (57), decidió cuajar la idea en un menú para cuatro comensales, con un pollo, papa fritas y un buen adobo del maestro de cocina de su restaurante para dejarlos a todos con el ombligo parado.
La gracia del plato es que se sirve en una fuente de metal que se instala arriba de un velador de madera y en uno de sus cajones se guardan el servicio, la servilleta y los aderezos. ¡Tal cual!
Fue el 5 de noviembre del 2014 que Navarro, junto a sus socios, inauguró "La Perla del Estrecho". Un restorán, como él dice, republicano y regionalista, que luce comidas tradicionales como el lomo a lo pobre, congrio, pernil, sánguche de cordero, centolla, pichanga magallánica y el verdadero "pollo al velador". De inmediato llamó la atención de su fiel clientela.
"Siempre escuchamos del pollo al velador. Y no sabemos si es parte de la historia o de la picardía del chileno o si existió realmente. Los veladores han sido todo un boom", contó el dueño del local que llegó a los seis años a vivir a la austral ciudad.
¿Qué dicen los clientes cuando llega el pollo a la mesa?
Se ríen, lo pasean por el restorán. Es que es chistoso que te lleven el velador a la mesa.
¿Y cómo lo sirve?
Abierto y se parte en cuatro...
¿En cuatro?
Bien sazonado y con enjundia.
Parejas, pata negras, familias ¿A quiénes les gusta más la dieta del pollo con papas?
Secreto sumario.
Y los amant... ¡perdón! los comensales, ¿cuántos se sirven?
Se venden como tres por noche.
¿Y algún famoso bueno pa'l velador?
Acá vienen los de la zona, Vladimiro Mimica, Gabriel Boric, Lucho Alarcón y Mauricio Pesutic.