El nombre de Arlene Mireya del Carmen Guevara Gatica nada le dice a la barra pop y su seudónimo artístico de “Raquel Evans” sólo lo conocen algunos privilegiados, pero ojo que en España era famosa.
Resulta que la chiquilla nacida hace 56 años en Cerro Navia, y su hermano Enrique, salieron de Chile a principios de los 70, se instalaron en España y se sumaron a la movida cultural que surgió después de la muerte del dictador Francisco Franco. Ella llegó a codearse con las estrellas más famosas y salió en caleta de portadas.
Con más ganas que recursos hicieron una película para adultos en donde ella actuó, y su hermano dirigió, titulada “Una loca extravagancia sexy”, que fue la primera en ser calificada con una “S” de sexo.
Raquel también protagonizó entre otras cintas “El último pecado de la burguesía”, “¿Podrías con cinco chicas a la vez?”, y “La muchacha de las bragas de oro”.
En sus obras las escenas califas aparecen en medio de una trama, a diferencia de las porno en donde van altiro al cacheteo, además no mostraban primeros planos genitales.
Las chiquillas eran oriundas del Mato Grosso y no parecían muñecas como las depiladas actrices Triple X de ahora.
Lamentablemente el trabajo de Raquel se conoció mayoritariamente en Europa y a Chile no llegaron ni sus fotos pilucha, por eso la exhibición por primera vez de una de sus películas cobraba tanto valor.
Ayer en la noche estaba todo listo para mostrarla en el cine Radicales del centro de Santiago de “Caliente y cruel, un cuento de tortura”.
El hombre tras la presentación es el guionista Pablo Illanes, quien ha investigado sobre la diva y ha tratado de dar con ella, pero le ha sido imposible porque aparentemente Raquel sencillamente no pesca.
