Su labor de persecutor la conjuga de con la cetrería, su hobbie, actividad que consiste en el uso de aves rapaces adiestradas, a lo Felipe Camiroaga.
"Soy del Sur. Persigo". Esa breve descripción que presenta Emiliano Arias en su perfil de Twitter explica sus orígenes e intereses, tanto en lo laboral como en lo personal.
El flamante Fiscal Regional de O'Higgins tiene 46 años y proviene de una familia con fuertes raíces campestres. De hecho, se crió de potrillo en la ciudad de Chillán, donde tiene hermanos y primos corraleros.
Su apego con la zona no lo disimula. Es un orgulloso hincha de Ñublense, el equipo de fútbol de la zona.
Su vida alejada del ruido de la ciudad, como Santiago o Concepción, y la cercanía con los animales, es lo que más le gusta. De hecho, antes de ingresar a Derecho, la Agronomía era uno de sus intereses a futuro. No obstante, en la hora de la verdad persiguió su fin mayor y se convirtió en abogado.
Pero como la sangre tira, su amor por los animales y la naturaleza nunca desapareció de su vida. Le encantan los perros y Darwin, un Pastor Belga Malinois, le robó el corazón, al punto de llevarlo en algunas oportunidades a la fiscalía.
Pero sí hay una especie que lo vuelve loco: esos son los halcones. Y como practica la cetrería, que es una actividad diferenciada de caza, en la cual se utiliza aves rapaces adiestradas, tiene uno en su casa. Esta disciplina, según él mismo ha confesado en más de una oportunidad, lo relaja.
¿Y qué lo pone eufórico? La voz de Eddie Vedder y las melodías de Pearl Jam, banda que lo acompaña desde que era estudiante universitario.
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