Se ha hecho un nombre investigando emblemáticos casos como Penta, SQM, Caso Caval y, nada menos que a la Iglesia Católica. Ahora tiene en la mira a algunos jueces de Rancagua.
Nadie lo había hecho antes. A mediados de junio del año pasado el fiscal Emiliano Arias armó trifulca al dar la orden para un tema inédito hasta ese momento: allanar la Iglesia Católica.
Ahora nuevamente el persecutor volvió a la carga. Esta vez el fiscal regional de O'Higgins lidera la indagatoria que lleva el Ministerio Público por los casos de corrupción, y que tiene a tres jueces suspendidos de la corte rancagüina, mientras se lleva acabo el sumario encargado por la Corte Suprema: Emilio Elgueta Torres, Marcelo Vásquez y Marcelo Albornoz.
Arias encabeza un aparte de las investigaciones que tienen que ver con los fallos emitidos por estos magistrados y que podrían constituir delitos de tráfico de influencias. Es por eso que la Fiscalía de Rancagua solicitó fijar audiencia para formalizar al ministro Elgueta por tráfico de influencia y prevaricación. La audiencia se fijó para el próximo 26 de abril.
Pero esto no es tema de un día. Arias es un hombre acostumbrado a generar polémica, un díscolo desde pequeño.
A su paso por varios colegios en la ciudad que lo vio crecer, Chillán, sumó convicciones para estudiar Derecho.
Tras titularse de abogado en la Universidad Católica de la Santísima Concepción, ingresó al Ministerio Público, donde lleva cerca de 18 años.
Allí ha participado en distintos casos de connotación pública, saliendo airoso en la mayoría, aunque también el persecutor ha salido trasquilado.
Partió como abogado asistente en la Fiscalía Local de Diego de Almagro, en la Región de Atacama, y el 2001 fue nombrado fiscal adjunto en Arica. Luego pasó con el mismo cargo a Concepción el 2003.
Su gestión lo llevó a que dos años después asumiera como fiscal jefe de Pudahuel, de la Fiscalía Regional Metropolitana Occidente. Allí participó de las indagaciones en los casos Penta y SQM.
El 2008 a Emiliano Arias se le asignó un PPI (Protección para Personas Importantes) cuando seguía los pasos de un grupo de ex lautaristas por la muerte del cabo Cristián Vera y fue amenazado de muerte. Incluso, el día que salió la condena fue subida a internet una foto suya con una mira en la cabeza. La protección la mantuvo hasta septiembre de 2016. El persecutor siguió en casos que "pisaban callos".
Por ejemplo, obtuvo la condena por corrupción y narcotráfico de siete ex funcionarios de la PDI el 2014. Ese mismo año se involucró en la investigación por el "Robo del Siglo". En este caso, dónde nueve delincuentes robaron 6 mil 500 millones de pesos de un camión de seguridad desde la losa del aeropuerto, el fiscal vio cómo carabineros capturó a los primeros acusados por el atraco en enero de 2015.
Abbott
Arias fue designado como Fiscal Regional de O'Higgins, en mayo de 2016, por el Fiscal Nacional Jorge Abbott. Debido a su designación encabezó las investigaciones del denominado Caso Caval y, además, lo nombraron a cargo de las indagaciones del caso Corpesca.
En el Caso Caval, y tras la formalización de Sebastián Dávalos, Arias arremetió contra el hijo de la ex presidenta: "El 99,9% de ingresos de Dávalos provienen de Caval". Dávalos lo acusó, por su parte, de filtrar a la prensa detalles de su caso y pidió también que diera un paso al costado.
También participó en la formalización de su esposa Natalia Compagnon por el delito de estafa. Los casos de financiamiento irregular de la política lo llevaron a su mejor performance y también a una crisis, que lo enfrentó con el fiscal nacional.
En agosto, Abbott lo removió de la investigación del caso Corpesca y ordenó un sumario administrativo en su contra.