Hay que ver que los cumejas chilenos son vivacetas y cuando se les agota el mercado simplemente se diversifican o buscan nuevos rumbos. Esto parece ser lo que sucede con la archi conocida y difundida estafa telefónica que simula el secuestro de un hijo.
La policía petazeta reveló que en sólo dos meses recibieron 162 denuncia de distintas provincias españolas por estas llamadas y que los autores serían 4 huéspedes de alguna de las cárceles tradicionales de nuestro terruño.
Los guardianes de la ley al otro lado del mundo soltaron que este producto "tipical chileans" le ha reportado jugosos morlacos a los visionarios locales, pues para ahorrar lucas utilizan teléfonos fijos y piden entre 350 y 11.000 euros (de 230 lucas a un poco más de 7 palos) por cada estafa.
Igual que por estos lares los malandras llamaban a las víctimas, las engrupían con que tenían retenido a un familiar, loa amenazaban con torturarlo si no pagaban y hacían preguntas como ¿Cuánto valoras cada dedo de tu hijo/a?".
A veces, afirma la policía española, hasta aumentaban la presión tratando de imitar la voz del supuesto familiar secuestrado.
Los tatitas, los más engrupidos
Las autoridades ibéricas llevan meses alertando a sus compatriotas de esta estafa, pero que en general las víctimas son gente mayor que no está familiarizada con redes sociales ni entornos virtuales, por eso cae fácil.
Los pagos se realizaban principalmente con depósitos o envíos de dinero "a través de compañías internacionales dedicadas a tal actividad", aunque también llegaron a recurrir a transferencias bancarias.
La investigación está en manos de la PDI desde hace algunos días y según información extraoficial obtenida por LaCuarta.com los autores de las estafas pertenecen a Colina 1 y 2.