En la película "El Rescate" (1996), Mel Gibson ofrecía 2 millones de dólares a quien les diera como bombo a los secuestradores de su hijo.
A diferencia del actor de Hollywood, quien fue pillado por su mujer echando una canita al aire, el empresario Rafael Núñez es un tipo fiel, pero igual usó la idea de la recompensa para dar con el paradero de los tres ladrones que le pasaron aspiradora a su casa en Lo Barnechea y amarraron y apuntaron a sus hijos el pasado jueves 16.
"Al ver esa película pensé que era una buen opción. Ahora hay voces contrarias a mi idea, pero son poco objetivas. Me llegó información acertada y gratis de gente que ya está cabreada de esta situación", aseveró.
- ¿Se arrepiente de ofrecer la recompensa?
- Creo que es una herramienta más y puede ser utilizada en forma eficaz.
Lo que más lo dejó satisfecho fue la rápida captura de los responsables. El martes cayó Carlos Tory Díaz (19) y ayer fue apañado Jorge Luis Herrera Pérez (19), sindicado por su colega de delito y las víctimas como el líder de la banda de rateros.
El "Cabezón" sólo aguantó nueve días libre antes de volver a delinquir, ya que salió de la cárcel el 7 de este mes, luego de recibir el beneficio de la libertad vigilada.
Había caído en desgracia en junio de 2006, por el delito de robo con intimidación, y ayer fue formalizado por el mismo delito por la jueza del 4o Juzgado de Garantía de Santiago Carla Troncoso.
El jueves Pérez llegó con dos peonetas hasta la casa de Núñez, saltó la muralla, escaló hasta una ventana del segundo piso y arrasó con ropa, joyas, zapatillas, celus y perfumes, mientras amenazaba a los hijos de Núñez.
Los carabineros de la 47a comisaría dieron con el gil en su cueva. Estaba tendido de guata sobre las parkas y perfumes del botín.
El fiscal de la Zona Oriente César Moya lamentó que "El Cabezón" echara por tierra la confianza que le dio la justicia. "Obtuvo la libertad vigilada, pero no cumplió con su parte en este compromiso y volvió", explicó.