Al Sumo Pontífice le preguntaron por los epítetos que el flamante mandatario argentino le dedicó, pero se lo tomó con calma y señaló que ya lo habían conversado.
Hace no mucho, antes de entrar en la recta final de su candidatura y cambiar el discurso, Javier Milei sostenía que el Papa Francisco estaba “del lado de dictaduras sangrientas”, lo acusaba de tener “una gran afinidad con dictadores como Castro o Maduro” y lo piropeaba con epítetos como “imbécil”, “zurdo asqueroso”, “comunista” y “representante del Maligno en la tierra”. Pero eso parece haber quedado atrás.
El propio aludido, el Sumo Pontífice, concedió una entrevista al canal mexicano N+ y aclaró que con el nuevo presidente de Argentina las cosas están bien:
“En la campaña electoral se dicen cosas en broma, digo entre comillas, se dicen seriamente, pero son cosas provisorias”, sostuvo en primer lugar.
Añadió que “son cosas que se usan para crear un poco de atención, pero que después caen solas”.
“Hay que distinguir mucho entre lo que dice un político en la campaña electoral y lo que realmente va a hacer después, porque después viene el momento de lo concreto, de las decisiones, de esas cosas”, explicó a continuación, poniéndole algo de presión de paso al “León”.
Finalmente, la periodista mexicana Valentina Alazraki le consultó a Francisco si habían logrado solucionar los problemas de antes con la conversación telefónica que tuvieron luego de que Milei se impusiera a Sergio Massa en el balotaje. La respuesta del líder de la Iglesia Católica fue contundente:
“Sí. Yo le hago fe siempre a los políticos. Le hago fe… porque creo que la política, no lo dije yo, lo dijo un papa anterior, es la forma más elevada de la caridad, el amor al pueblo, el amor político”.
En ese contacto, el presidente y el Sumo Pontífice charlaron por cerca de nueve minutos y este último le deseó “mucho coraje y sabiduría” en su tarea de sacar a Argentina de la terrible crisis financiera que atraviesa.
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