En la Padre Hurtado se armaron hasta los dientes

Armados hasta los dientes están los vecinos de la población Padre Hurtado de Quilicura para defender sus pertenencias, tras detectar a malandras rondando amenazantes sus viviendas.

Luego que varios edificios quedaron seriamente dañados por el megaterremoto, los habitantes de los pasajes Jesús Obrero, Belén y Lo Marcoleta, por miedo a derrumbes, instalaron un improvisado albergue con carpas en una plaza cerca de sus casas donde durmieron dos noches. Pero no pasó mucho tiempo para que llegaran delincuentes y saquearan sus hogares.

"Alcanzaron a robar dos pasajes completos, unas 12 casas, se llevaron lo poco bueno que nos quedó después del terremoto. Nos devolvimos todos a nuestras casas y nos organizamos con piquetes para defender nuestras cosas. No vamos a dejar que nos roben lo que nos ha costado todo una vida, somos gente pobre, pero de trabajo", dijo enérgicamente María Aguayo, una decidida vecina.

Francisco Sepúlveda, organizador de la cuadrilla armada, comentó que el mayor problema son las panderetas caídas que encierran la población. Por ahí entran los delincuentes amedrentando a la gente, mientras que por las calles circula un camión blanco. "Uno maneja, y otros tres van subiendo lo que roban", explicó Sepúlveda.

Asimismo, dijo que "la mayor preocupación de los vecinos son los niños, porque no los pueden dejar solos. La mayoría no ha podido ir a sus trabajos por temor a los robos y que hagan daño a sus familias".

"Hemos tenido que prender fogatas por las noches y nos armamos con palos, cadenas, cuchillos, nunchacos, y todo lo que encontramos. Esto es inaceptable, no podemos permitir que delincuentes nos amedrenten de esta manera. Esto se está transformando en tierra de nadie. Sabemos que en el sur la situación es pésima, pero aquí la inseguridad es terrible. Carabineros y la PDI no se aparecen por acá".

Los vecinos de la población están totalmente decididos a entregar todo por defender sus pertenencias y no darles en el gusto a los delincuentes que rondan por sus calles.

"Es lo único que tenemos, ya bastante hay con el agua cortada, con nuestras casas agrietadas, desabastecidos y ahora más encima soportar que nos quiten lo que nos ha costado trabajo. Eso sí que no, si es necesario matar, matamos; la justicia por nuestras manos, la PDI y Carabineros no hacen nada, apenas pasan por estas calles", piteó indignada la señora María.

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