SANTIAGO.- Harto tarde le llegó la reforma tributaria a la jueza subrogante del juzgado de policía local de Recoleta, pues si ya hubiera subido el impuesto al alcohol fuertón, quizás no habría protagonizado el cuático show que se mandó anoche en el restaurante "La Vaquita Sabrosa".
Es que dicen que Inés Santana Alvarado sufre el mismo mal que Pablo Schilling, se toma un trago y al toque pierde la cabeza.
La poli informó a LaCuarta.com que la dama en cuestión llegó hasta el local "La Vaquita Sabrosa", ubicada en Antonia López de Bello, bien quitadita de bulla.
Allí comió sin sobresaltos hasta que el bebestible comenzó a hacer de las suyas en la sesera de la magistrada, se puso chacotera, le dio por desordenar el negocio y dio litros de jugo.
Los empleados del restaurante estaban urgidos y trataron de sosegar a la Gloria Trevi chilena, le pidieron que se fuera para la casa, pero la señora de las leyes no pescó y les mandó un rosario que no vale la pena reproducir.
Todo terminó cuando la eva, que se estaba mandando un paso, se fue de espalda al loro y acabó con las botas apuntando al cielo.
Al instante los chiquillos de "La Vaquita Sabrosa" llamaron a la poli, quienes trataron de hacer un control de identidad a la profesional, pero la señora siguió odiosa, no quiso decir quien era, les tiró el cargo encima y los amenazó con su círculo de influencia.
En la Unidad policial a la fémina le bajo algo de razón y cambió la estrategia, ofreció un par de morlacos para que el cuento quedara hasta ahí no más. Los guardianes de la ley dijeron nones y la trasladaron a un recinto asistencial para constatar lesiones.
LA FORMALIZACIÓN
Esta mañana la jueza fue formalizada por los delitos de amenaza y cohecho en el 3° juzgado de Garantía de Santiago.
En la audiencia se supo que en medio de la furia, la mujer habría vociferado: "Los voy a cagar, porque soy la jueza de la municipalidad de Recoleta”.
Finalmente quedó en libertad y con prohibición de volver al restaurante.