“Perdóneme, no quiero hacer show. Estoy cansado”, se excusó el hombre en el programa de TVN.
En un nuevo capítulo de “Carmen Gloria a tu servicio” se dio a conocer un caso que emocionó a la abogada.
En el programa de TVN, la jueza recibió a María Angélica, una mujer que se presentó en el estudio para pedirle a su hermano Osvaldo que venda su parte de la casa heredada y que desaloje lo más pronto posible la propiedad, dado que tiene problemas con su cuñada. Cabe señalar que ambos hermanos tienen casas separadas en un mismo terreno.
Si bien Osvaldo y María Angélica mantienen una buena relación, esta última reclamó que a sus 71 años desea vivir en paz en la propiedad, dado que las peleas con su cuñada son incesantes y se arrastran desde hace años.
Esta situación ha provocado que Osvaldo viva sobrepasado y angustiado entre su esposa y hermana. De hecho, al relata su caso, no pudo evitar romper en llanto ante la jueza.
“Resulta que yo estoy aquí al medio. ¿A quién tiro? Si yo a ella la quiero y quiero a mi señora, llevo 48 años casado con ella. Por favor compréndame”, rogó el hombre.
Luego, confesó que la única instancia que tiene de felicidad es cuando está en su trabajo, dado que solo en ese lugar no debe escuchar los altercados ni estar al pendiente de los problemas.
“Yo trabajo en la Municipalidad de La Cisterna, gracias a Dios soy feliz, porque nadie me manda, nadie me da quejas. Necesito descansar, perdóneme pero es la única verdad”, declaró, antes de revelar que “en mi trabajo lloro solo y nadie se da cuenta de mí, de mis cosas”.
Se quebró en el estudio
La emoción del demandado sorprendió a Carmen Gloria, quien se levantó de su puesto para consolarlo y brindarle unas palabras de aliento.
“¿Hasta cuándo? Nadie sabe, pero yo lloro. Perdóneme, no quiero hacer show. Estoy cansado”, se excusó el hombre.
“Tiene toda la razón... ¿Cómo no va a estar angustiado? Está bien que se desahogue (...) todos tenemos derecho a estar agobiados, a estar cansados. Esto no tiene que ver con la edad ni con el sexo ni con nada, somos seres humanos y a veces nos ponemos duros para tratar el día a día”, le respondió Carmen Gloria Arroyo, quien lo abrazó por largos minutos.