Desde que tiene uso de razón, Jesús Olivares alucina con las arañas. Las buscaba en el jardín de su abuelita y por eso mismo tuvo 19 años como mascota a "Porteña", una araña pollito que encontró en la casa de su mamá en el Cerro Rocuant, de Valparaíso.
El científico de 38 años estudió Biología, es investigador del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de Valparaíso (Cinv) y se especializó en la araña de rincón.
"Las investigaciones de nosotros están enfocadas en hacer ciencia básica; es decir, descubrir cosas de la biología de la araña que no se saben y que potencialmente pueden ser útiles para hacer estrategias para controlarlas", explica.
Tanto sabe Jesús de los temidos arácnidos que participó del documental "72 Animales Peligrosos", de National Geographic (subido por Netflix), en donde habló del su experiencia.
"Estamos estudiando como funciona su sistema sensorial y sus sentidos, demostramos recientemente que son capaces de oler; las hembras y los machos se huelen entre sí, son capaces de percibirse a través del olfato y hemos demostrado que hay varias sustancias de uso casero que no sirven para alejarlas como se creía. También estamos analizando su visión, pero aún no hemos publicado el estudio y no puedo decir más", contó.
Sobre su peligrosidad dijo que "lamentablemente los humanos tenemos sustancias que son el objetivo de su veneno que está compuesto por varias toxinas, entre las cuales hay una que disuelve grasas, y así la membrana de todas las células de los insectos. Pero nosotros también tenemos ese componente y por eso somos propensos a sufrir daños", explicó.
En cuanto al antídoto, Jesús dijo que "no existe uno propiamente tal, lo que hay es un suero, no es lo mismo; el suero tiene anticuerpos generados en otros animales (en este caso caballos y burros), y esos anticuerpos se aplican a humanos para combatir el veneno. El problema es que una sustancia de otro animal puede generar daño por una reacción alérgica, por eso hay que trabajar en conseguir un antídoto, que es una sustancia que tiene como objetivo atacar el veneno que se puede diseñar y fabricar en laboratorio, y esa es una de las cosas que nosotros queremos explorar".
Sobre el enemigo natural de las de rincón explicó que "normalmente se nombra a la araña tigre, pero ésta come arañas en general. Si una de cada especie se enfrentan la probabilidad de que gane cualquiera es de un 50%; por lo tanto, es un mito que es su enemigo natural. Viven en los mismos ambientes, se comen entre sí, lo que podría ayudar a disminuir las poblaciones, pero no es un controlador".
Y si bien destruyó este tipo de mito, dio un datazo: "Mejores enemigos de las arañas de rincón son mascotas como los gatos, que realmente son buenos cazando arañas. Yo he visto muchas veces gatos comiéndoselas sin ningún problema, aunque a veces potencialmente son mordidos y terminan con daños similares a los nuestros, pero los gatos son muy buenos controladores de plagas en las casas", sentenció.