Después de los abrazos y la alegría de la barra por el triunfo de la Roja, el plantel de la selección se fue camarines pero no con muy buen ánimo.
Es que el 3-1 no dejó a nuestros cabros tranquilos. Ya que después de farrearse la cachá de goles, Venezuela volvió a la vida y marcó un gol. Además de otro que no cobraron.
Y la imagen que más marcó esa farra de pepas fue el penal que tuvo en sus pies Alexis Sánchez. El tocopillano, que ya había anotado de tiro libre, tenía "la" oportunidad más clara pa' pasar al Matador: ambos están igualados como los máximos killers de la Roja con 37 goles.
Sin embargo, el arquero Fariñez, de solo 19 primaveras, le tapó el remate sobre su mano derecha e hizo que Sánchez tenga que esperar otra mocha más pa' pasar a Marcelo Salas.
Sobre el fin del encuentro, el plantel partió rumbo a camarines y si bien había tranquilidad, uno de ellos mostró su enojo y disconformidad por el desarrollo del segundo tiempo y la opción personal marrada.
Alexis, con su camiseta en la mano, la hizo golpear contra uno de los fierros del techo de los camarines y demostró toda la rabia que llevaba por dentro.