Tras encontrar el cuerpo del pequeño Ángel Márquez Zapata (4), supuestamente desaparecido desde el lunes en la localidad de Molina, la investigación policial comenzó a arrojar inesperados antecedentes del caso.
Esta mañana, la madrastra del menor reconoció su participación en el delito, tras haber dejado el cuerpo del niño en un sitio abandonado envuelto en una toalla y dentro una bolsa plástica.
Además, trascendió que el cuerpo del menor presentaría signos de estrangulamiento y de llevar más días fallecido en el lugar. Esta última información, no coincidiría con la versión entregada por el abuelo (padre de la madrastra) al momento de iniciar la búsqueda.
La tarde de este jueves, un equipo del Servicio Médico Legal de Santiago viajó en dirección a Molina para practicar una autopsia en profundidad y determinar otros detalles relevantes del crimen.