Fueron los desgarradores gritos de un hombre, de aproximadamente 40 años, los que despertaron a los vecinos de la población "El Boro", en Alto Hospicio.
Minutos antes, el mismo sujeto forzó la cerradura de un sitio privado, ubicado en la intersección de las calles Ítalo Sciaraffia con Los Soldadores, para aspirar todo en su interior.
Su ingreso fue sigiloso y recorrió por completo las oficinas del lugar, donde se guarda maquinaria y vehículos pertenecientes a una empresa.
JAURÍA DE PERROS GUARDIANES
Cuando llegó el momento de apretar cachete, la situación se puso color de hormiga debido a la gran cantidad de objetos con los que huía, los que dificultaban su caminar. ¿Lo peor? Durante su trayecto hacia el portón metió bulla y alertó de su presencia a los seis perros guardianes que cuidaban el terreno -dos de ellos de raza rottweiler-, quienes lo persiguieron y mordieron hasta provocarle la muerte.
Mientras trataba de librarse de los canes, el individuo pidió auxilio y fue escuchado por el vecino de la parcela contigua, quien llamó al toque a Carabineros. Sin embargo, cuando los verdes llegaron al lugar era demasiado tarde. Había muerto.
El subcomisario administrativo de la 3° Comisaría de Alto Hospicio, Harold Duncker, sapeó que pasadas las 2 de la madrugada recibieron el llamado y, al hacer ingreso al lugar se percataron que "a un costado del cuerpo se encontraban distintas especies, entre ellas lo más visible un televisor que habría sido sustraído desde el interior de la casa".
El hombre no portaba cédula de identidad que lo identificara, razón por la que fue derivado hasta el Servicio Médico Legal de Iquique como N.N. para establecer de quién se trata y determinar su causa de muerte.