No les importa sudar la gota obesa ni tampoco les preocupa sufrir una insolación. Los capos de la U. de Chile volvieron a engrasarse con el proyecto para construir la segunda generación del Eolian, el primer toco solar criollo y pilotearlo por carrera doble.
Son estudiantes de distintas ingenierías, diseño y contrucción de la Casa de Bello que se calcinaron el mate diseñando el Eolian 2, que ahora sí que parece platillo volador, pero en la única parte donde va dejar masticando polvo será en dos competencias de autos que se mueven sólo con energía solar: En la Atacama Solar Challenge, en territorio jaguar, y en el encuentro mundial de estos tocos en Australia, como único equipo latino.
Este modelito, aseguran sus creadores, es mucho más bacán que su antecesor -que en su currículo cuenta haber llegado en el lugar 14 de la World Solar Challenge, en 2007- ya que es más rápido, llega a los 130 kilómetros por hora y le quitaron gamba de peso gracias a que usaron fibra de carbono y de vidrio para armar el chasis.
Armar el bólido les cuesta 70 palitroques y estos lolos planean contruir dos, uno para cada carrera, así que para conseguir monedas idearon la campaña "Adopta una celda".
"Así cada persona puede aportar comprando una celda. Cada una vale 20 mil pesos y quedará registrada a nombre del que la compre", explica Ángela Flores, una de las cabezas del equipo de mateos que se compone por más de 70 personas.
El prototipo del Eolian 2 fue presentado ayer en sociedad ante el biministro de Energía y Minería, Laurence Golborne, y la ministra de Medioambiente, María Ignacia Benítez, en el vamos de la primera feria de autos solares en la sede capitalina de la U. Federico Santa María.
Conocieron además los 18 proyectos que participarán en el desafío solar chileno sobre ruedas, el próximo 30 de septiembre.
