Presentaba un cuadro de persistente colitis y le debían aplicar suero, pero le inyectaron lidocaína directo a la vena.
Consciente y lúcido, pero sin caminar, permanece internado en la Clínica Ciudad del Mar un menor de dos años y 8 meses, quien sufrió un paro cardiorrespiratorio luego de que le inyectaran lidocaína en vez de suero en el Hospital de Quilpué.
La dramática situación comenzó a desarrollarse el domingo, cuando arribó hasta la urgencia del hospital quilpueíno una mujer con su hijo, que presentaba una persistente colitis.
Según le contó el padre del niño a La Estrella de Valparaíso, en el recinto asistencial el médico que atendió al niño ordenó aplicarle suero.
No obstante, luego de que la enfermera le inyectara la sustancia al menor, éste comenzó con convulsiones y, según relató su progenitor, "hizo un paro, quedó con la mirada fija, los ojos blancos en un momento y se desvaneció".
A raíz de la situación se detuvo la atención en la urgencia del recinto, hasta que un paramédico halló en el tarro de basura dos ampollas: la del suero y otra de lidocaína.
Tras confirmarse que el niño había recibido lidocaína directo a la vena, fue trasladado hasta la Unidad de Pacientes Críticos Pediátricos de la Clínica Ciudad del Mar, donde superó el estado crítico y permanece en observación, aunque lo que más preocupa a los padres es que el menor todavía no camina.
"Hubo un paro, faltó oxígeno en el cerebro y eso no sabemos qué consecuencias pudo traer", explicó el padre.