Ruth Ramírez aseguró que el conflicto se trató de un “exabrupto” cuando una de las jóvenes en su terreno se puso a grabarla, por lo que intentó quitarle el teléfono.
Ruth Ramírez, dueño del camping Rayén Lafken y de los diez mil metro cuadrados que compró hace 17 años junto al lago de agua salada Budi, en Puerto Saavedra, en La Araucanía, contó de su versión de lo ocurrido con dos amigas que llegaron a la playa de este sitio, tras lo cual se generó un viralizado encontrón con la señora.
Todo ocurrió el viernes entre las 17:00 y las 18:00, cuando Ruth escuchó ladrar a uno de sus perros: “Salí y vi a una señorita caminando con un bolso con cervezas”, relató a LUN. Ella le preguntó a dónde se dirigía y la joven le contestó que se iba a encontrar con una amiga en la playa. “Qué raro”, le contestó la dueña del terreno. “Acá no hay un grupo de adultos, no de jóvenes”.
En eso, según Ruth, la muchacha le habría contestado: “Qué te importa para dónde voy. Yo soy lafkenche y tú no tienes que lucrar con la tierra que nos pertenece a todos”. Acto seguido, habría aparecido la otra joven y se sentaron en uno de los mesones del camping a tomar cerveza. “Ahí vi que tenían latas y colillas de cigarro botadas”, así que “me di cuenta de que ya llevaban un rato instaladas en el camping”, planteó.
“La niña que entró con las cervezas me empezó a decir improperios y luego tomó el celular para grabarme”, y añadió que “los videos no muestran todo lo que ocurrió”. Y admitió que “lo mío fue un exabrupto, una reacción a la acción de las niñas; puede que no haya sido lo mejor, pero yo sólo quería quitarle el teléfono”. También agregó que “si dije que le quería pegar fue en un momento de rabia” y “nunca las traté a garabatos, porque no acostumbro a decirlos”.
También aseguró que “si hubiesen entrado de forma normal al camping les habría dado permiso para que pasaran a bañarse, pero llegaron sin avisar y con prepotencia”, considerando que venían pasar por su terreno para llegar al Budi. “Es fácil dañar y lavarse las manos”, remató.
Del otro lado, Ángela Simms, quien viralizó el video, aseguró que la señora siguió a su amiga, Elba Llancaleo, “y empezó a agredirnos”, mientras “nosotras le decíamos que las playas son libres”. Y aseguró que se puso a grabar porque “en un momento pensé que le iba a pegar a mi amiga”.
Respecto a las presuntas latas tiradas, Ángela aseguró que “no es cierto” y que, si bien tomaron cervezas, “no botamos nada”, porque “nosotras nos preocupamos de medio ambiente”. Por último, remarcó al citado medio que Ruth “tiene el derecho a hacer lo que quiera en su terreno, pero debe darnos libre acceso a la playa”.
Gobierno tomó cartas en la polémica
Durante el martes, el delegado presidencial en La Araucanía, José Montalva, se comprometió a generar un punto de acceso al lago.
En tanto, la ministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval, declaró que “se deberá proceder a fijar un acceso público según dictamina la ley”, según consignó The Clinic. “Como ministerio estamos preparando un informe técnico jurídico que recoja los elementos de la fiscalización”, remarcó.
Aquel documento será enviado a la delegación presidencial para decidir si se le impone o no una multa a Ruth por prohibir el ingreso a la playa.
Finalmente, la seremi de Bienes Nacionales de La Araucanía, Ámbar Castro, sencillamente lamentó “la forma de llevar a cabo la conversación entre la dueña del camping y las muchachas que estaban recorriendo la ribera del lago Budi”.
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