"Fue una cosa tan rápida... Yo no alcanzo a decir ¡esa cosa va a caer encima de nosotros! y cae encima de todas las señoras que habíamos ahí", fue el dramático testimonio de una de las personas que salvó ilesa de la caída de la avioneta del Club de Carabineros que esta mañana cayó en una multicancha, a 200 metros de la Municipalidad de Peñalolén.
En el accidente murieron instantáneamente ocho personas, una de ellas una pequeña niña, identificada como Elizabeth Estefanía Molina, de cuatro años de edad, además de su madre, Ana Alvarez Saavedra, de 22 y los ocupantes del aparato, pilotado por el capitán Luciano Castro y tripulado por el teniente Sebastián Rodríguez más cuatro alumnos de mecánica de aviación, quienes murieron calcinados e identificados como Mauricio Facuse, Nicolás Rodríguez, Francisca Allende Herrera e Israel Miranda Góngora.
La mujer, cuya identidad no se entregó, relató conmocionada a Televisión Nacional cómo vivió los horrorosos segundos cuando la aeronave cayó en la multicancha donde, en compañía de sus vecinas, participaba en una clase de aeróbica, en un taller cuya jornada era la primera del programa municipal.
"Habíamos varias (señoras) porque justo hoy día llegaron algunas señores que andaban de vacaciones, había muchas señoras (y cuando cayó) se quemaron enteritas".
El emocionado relato es interrumpido por los sollozos de la mujer que, al recordar el momento del impacto, crispa sus manos y desespera la voz y clama a Dios, como queriendo no haber vivido ese dramático segundo que le tocó vivir al ver a sus vecinas envueltas en llamas.
"Esa cosa explotó (...)y ami me dio un ataque de histeria al ver a las señoras cómo salían quemadas enteras, Dios mío".
EXPLOSION
El accidente ocurrió a eso de las 9.50 horas, según las primeras informaciones, luego que uno de los motores del Cessna 206 se apagara y su piloto, el capitán Castro, al parecer intentara volver al Aeródromo de Tobalaba, desde donde minutos antes había despegado en un vuelo de instrucción.
Fue en ese momento cuando, según testigos del hecho, el aparato se precipitó violentamente en la multicancha donde se desarrollaba la actividad física, donde se incendió tras la explosión de la caída.
De inmediato los vecinos del recinto deportivo que se ubica a escasos 200 metros de la Municipalidad de Peñalolén, acudieron al rescate de las víctimas y comenzaron a apagar las llamas con las mangueras de jardín, pero la tragedia ya se había desatado.
En el lugar murieron instantáneamente Ana Alvarez Saavedra, de 22 años y su pequeña hija, Elizabeth Estefanía Molina, de escasos cuatro años, mientras que otras 10 personas resultaron heridas de diversa consideración, debido al fuego iniciado luego de la explosión.
Una de ellas Beatriz Fierro, fue trasladada de urgencia hasta el Hospital Luis Tizné, de Peñalolén, donde sufrió la amputación de una de sus piernas, se encuentra con el 15 por ciento de su cuerpo quemado y serio riesgo de que pierda la otra piernas.
Otra de las víctimas graves fue trasladada hasta la Posta Central, quien no fue identificada, tiene más del 85 por ciento de su cuerpo quemado, con compromiso de las vías respiratorias, y en condiciones de extrema gravedad.
Una tercera mujer, identificada como Sandra Garretón, quien tendría aproximadamente el 70 por ciento de su cuerpo comprometido por quemaduras, fue trasladada hasta la Clínica Indisa, donde sería atendida, dado que la Posta Central ya no tenía capacidad de atención para ella.
ALCALDE
Uno de los primeros en llegar al lugar del accidente fue el alcalde de Peñalolén, Claudio Orrego, quien sintió el impacto desde su oficina, ubicada en la Municipalidad, ubicada a unos 200 metros del lugar del accidente y confirmó de la actividad de los vecinos. "Justo en ese momento se realizaba un curso de gimnasia (en la cancha) cuando ocurrió el accidente", dijo.
Agregó que "esta era la primera clase de este taller, teníamos a 30 personas participando, fundamentalmente adultos, la niñita que estaba aquí la verdad es que no era una actividad para niños y lamentablemente fue una de las personas que pereció en el accidente. Estamos consternados, nos toma el alma, he estado con los familiares de la persona que falleció y qué se les puede decir, (sino que) abrazarlos y sentir con ellos. Hemos estado acompañando a la gente (...) tenemos que acompañarlos porque son parte de nuestra comunidad".
Sobre el accidente mismo y la ubicación del aeródromo de Tobalaba, el alcalde recordó que es un debate que ya tiene tiempo y que éste es el accidente más grave en la historia de la comuna. Cabe recordar que en cinco años se han registrado 11 accidentes, y que en todos ha habido al menos una muerte.
Sin embargo, Orrego dijo que no era el momento de esa discusión, sino de acompañar a las víctimas, a los familiares, inclusive a la gente que sufrió algunas quemaduras y que está en estado de schock. "Imagínate que están en una clase de gimnasia y cae una (avioneta) y mueren personas que estaban contigo al lado. Es algo que vamos a tener que acompañar con sicólogos, e insisto en que este es el momento de acompañar, estar con la gente que ha sufrido. Después veremos qué medidas tomar para que eventos como éste no vuelvan a ocurrir", verseó el Edil.