Ambos estaban detenidos por sus acciones como miembros del Comando Vermelho. Se trata de la primera fuga de una de estas cárceles en el país.
Dos delincuentes escaparon de la cárcel de Mossoró, un centro penitenciario de máxima seguridad ubicado en el estado de Río Grande do Norte, en Brasil
El suceso ocurrió el 14 de febrero y despertó una serie de alarmas en el país sudamericano, debido a que se trata del primer caso de este tipo que se ha registrado en una prisión federal.
Según rescató Infobae, solo hay cinco de estas características en el territorio, desde que fueron aprobadas en 2006.
En ellas se encierra a los criminales más peligrosos, tales como los líderes de grupos delictivos y quienes son acusados de terrorismo.
Quiénes son los criminales
Sus nombres son Rogério da Silva Mendonça (35) y Deibson “Tatu” Cabral Nascimento (33).
El primero de ellos cumplía una pena de 81 años, mientras que el segundo enfrentaba una de 74.
Esto, debido a sus acciones como miembros del Comando Vermelho, uno de los grupos delictivos más poderosos de Brasil.
Junto con ello, “Tatu” era acusado de haber participado en 12 secuestros, que incluyeron el de un alcalde boliviano.
Ambos habían sido trasladados a Mossoró en septiembre de 2023 desde Río Branco, en donde en julio participaron en una revuelta que terminó con cinco reclusos muertos.
Las autoridades manifestaron que ellos estuvieron “directamente implicados”.
Cómo escaparon de prisión
La maniobra de los delincuentes en la cárcel de Mossoró consistió en hacer un hoyo en el techo de sus celdas, con el apoyo de una barra de metal que obtuvieron de las paredes.
Aquello les fue más fácil que en otras circunstancias, debido a que había filtraciones de agua y falta de mantenimiento, según informó el citado medio.
Cuando los sujetos escapaban de la prisión, algunas cámaras del centro tenían problemas en su funcionamiento, al igual que ciertos focos de iluminación.
Así, llegaron al techo del recinto y encontraron herramientas que les sirvieron para romper una reja y salir del lugar.
Dos horas más tarde, cerca de las 5:00 de la mañana, los guardias se dieron cuenta de que no estaban.
En medio de la búsqueda para atrapar a estos individuos, se metieron a una casa y tomaron a una familia como rehén la noche del viernes.
De esa manera, robaron dos teléfonos celulares.
Los investigadores a cargo del caso explicaron que hicieron llamadas hacia Río de Janeiro, ciudad en la que el grupo del que son miembros tiene varios integrantes.
Hasta el momento, las autoridades todavía están buscando a estos dos criminales.