Escapista del sillón cayó como gaucho

Mojado como diuca y más cansado que caballo de feria, fue capturado Alexis Patricio Viveros Otárola (22), quien se encontraba prófugo de la justicia desde que, el 24 de marzo pasado, se echó al pollo de la cárcel Colina 2 fondeado en un sillón.

Al socito se le había perdido el rastro hasta la tarde de este último sábado, cuando una pareja de polis argentinos lo controló cuando patiperreaba sin documentos en la localidad de Zapala, provincia de Neuquén.

"Personal de la comisaría del sector realizaba un patrullaje en la zona del Arco, el viejo paso fronterizo que no está habilitado en este momento. Durante el patrullaje los policías observaron a una persona, le pidieron identificación, pero no tenía ningún tipo de documentación", señaló el subcomisario Raúl Vivanco, de la Comisaría de Villa Pehuenia a una radio local.

El delincuente trató de pasar piola, onda se puso una manta de castilla, igualita a la que usan los gauchos, un gorro de la zona y para rematar, cambió los cachái y los pulento, por unos che y viste.

Pero los agudos sentidos de los polis descubrieron al toque que se trataba de un chilenito, por lo que llamaron de una a sus colegas de por acato, a quienes les mandaron las huellas de los dedos. La respuesta no se hizo esperar: se trataba de un prófugo de la justicia.

Flaquito a puro mate

Viveros llevaba tres calendarios tomando sol a rayas en la cárcel de Colina 2, y recién en abril de 2026 podía salir libreta. Pero el cabro no iba a esperar tanto y planeó un cinematográfico escape dentro de un sillón.

Se puso a dieta tomando solo mate durante varias semanas y quedó como fideo para meterse dentro de un sillón y salir doblado como un wantán hacía la libertad.

"Esta persona da un nombre diferente, y a partir de eso nos comunicamos con la policía de Neuquén. Habría ingresado a territorio trasandino a través del paso de Pino Hachado, en la Región de la Araucanía. Se investiga si recibió ayuda de terceras personas para huir", agregó el jefe de la Interpol en Chile, subprefecto Pedro Cuevas de la PDI.

Viveros Otárola fue entregado a los sabuesos de la PDI en el paso fronterizo por donde viró.

COMPARTIR NOTA