Tener acceso a todo lo que necesita para desarrollar su trabajo (documentos, "apps", etc.) desde cualquier parte del planeta, es la última novedad tecnológica que gana terreno entre las empresas. Reducir costos administrativos, movilidad y seguridad son los beneficios.
En estos últimos años, algunas empresas relacionadas al sector TIC (Tecnologías de Información y Comunicación) han aprovechado los beneficios que ofrecen los denominados "escritorios virtuales", es decir, sistemas que posibilitan a una persona utilizar su escritorio de trabajo personal tal como si estuvieran sentado cómodamente en su oficina.
¿Cómo es esto es posible? Gracias a que estos escritorios y sistemas no se encuentran dentro de un equipo, sino que son servidores desde una infraestructura virtual dispuesta en servidores propios de la compañía o accesibles en modalidad Cloud (nube de internet).
Aunque depende de la estrategia y del tipo de aplicaciones que posean las empresas, una de las cosas positivas de contar con los escritorios virtuales es la reducción de hasta un 90% de la infraestructura, es decir, computadores, servidores, equipos de redes, entre otras cosas. Esto llevado a gastos, significa que se puede ahorrar en promedio un 35% en 3 a 5 años, haciéndose cada vez más un elemento indispensable en la productividad de una compañía.
A pesar de que muchos piensan que un escritorio virtual es sinónimo de un disco duro portátil, la diferencia radica en que el escritorio está vivo: tiene su propio almacenamiento, su propia memoria ram, su propio procesador, se puede prender, apagar e instalar programas, de la misma forma como se hace con un computador de escritorio, notebook o tablet. Sólo se necesita una buena conexión a internet para que éste funcione.
"Todo lo que se anexa al escritorio virtual, se ejcuta desde un servidor central, teniendo así la capacidad de acceder desde cualquier dispositivo capaz de conectarse remotamente. Funciona con una metodología de la 'nube', a la cual se puede acceder con un usuario y password", explica Jaime Santana, director y arquitecto de soluciones de SRN, empresa dedicada a entregar servicios integrales de informática.
Chao, jefe: empresas sin patrones ya son una realidad
Además de los escritorios virtuales, hay otra acción que está marcando tendencia de la mano con la modernización laboral: las empresas sin jefes.
Llegar en la mañana a la pega y que no haya ningún jefe que le diga lo que tiene que hacer ya es una realidad en algunas empresas tecnológicas, principalmente en EEUU. Esta apuesta apunta a un nuevo modelo de organización, basado en la responsabilidad compartida, autonomía y participación de todos los trabajadores.
"El clásico estilo donde hay un jefe que asigna tareas, autoriza y controla que no haya errores, no está respondiendo apropiadamente al mundo moderno, que requiere que las decisiones se tomen con mayor rapidez y además provoca que las personas no trabajen a gusto, pues viven en la angustia del control y con miedo a cometer un error", explica Leire Cosgaya, responsable de Transformación Cultural de Grupo Cygnus.
Según Cosgaya, en una organización autogestionada el trabajador tiene libertad para administrar sus tiempos y prioridades, responsabilidad por la calidad de su trabajo, puede proponer acciones sin temor a equivocarse y tiene la iniciativa para coordinarse con otros trabajadores.
De acuerdo a la experta, para implementar un equipo de trabajo autogestionado es clave tener confianza en que las personas saben hacer su labor y la realizan con responsabilidad. Como no hay jefes, hay responsables de tareas y se coordinan.