Rómulo Armaburú explicó que alguien metió mano a su trabajo, y que se muestra en Las Condes. Fotos del antes y el después de los muñecos respaldarían su versión.
"¿Y si hacemos un muñeco?", fue lo que le preguntaron el año pasado al autodidacta escultor Rómulo Aramburú. Él no lo pensó dos veces y respondió: manos a la obra. Sin embargo tras finalizar la primera etapa del trabajo, el artista recibió muchas críticas, por el poco parecido de las figuras con los originales.
"Estuve muy mal con las críticas, pero con el tiempo ya las he ido superando. Podría decir que ahora estoy en una etapa media, ya que la gente no es tonta y sabe lo que realmente pasó acá. Alguien intervino mis obras", explicó Aramburú a La Cuarta.
"Todo lo que pasó me sirvió para conocer gente de todos los ámbitos. Soy una persona muy agradecida. Tengo muchos seguidores en Instagram, que es algo nuevo para mí y donde puedo interactuar con la gente. Había mucha crítica ponzoñosa y que me hizo mucho daño, pero ya fue", agregó el hombre de Peñalolén.
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- ¿Qué crees que pasó con tus esculturas?
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Un asistente debió meter mano, no hay otra explicación.
- ¿Y la frente de Kramer?
No estaba así cuando la entregué, quizás qué pasó.
- ¿Sientes que existió una mano negra?
De todas maneras, no existe duda.
- ¿Cuál crees que fueron las esculturas más afectadas?
Marcelo Ríos, Gabriela Mistral, Lucho Jara, Stefan Kramer y Cecilia Bolocco.
- ¿Te sientes como del Ecce Homo?
Ja, quizás.
- ¿Seguirás ligado al museo?
Debería, aunque aún no me ha llamado nadie. Junto a mi abogado estoy viendo los caminos a seguir.
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