El adolescente también acribilló a su hermano menor, de 10 años, todo a causa de quedarse sin Internet para poder jugar.
Fue el pasado sábado 12 de febrero que en la localidad de Alicante en España se descubrió el horrible crimen protagonizado por un adolescente de 15 años. El joven asesinó a su madre, padre y hermano, todo en un arranque de violencia luego de que su madre le quitara su Playstation y el wifi de su celular, medida tomada como un castigo por su bajo rendimiento escolar.
La primera víctima fue su madre, quien momentos después de implementar el castigo sobre su hijo recibió dos disparos de una escopeta, la que supuestamente pertenecía al padre del joven. Su hermano de 10 años escuchó la pelea desde su cuarto y al momento de bajar a ver qué pasaba también recibió dos disparos.
Su padre no se encontraba en casa al momento del crimen, pero cuando cruzó la puerta al llegar a casa su hijo le disparó dos veces, con la misma escopeta, para finalmente rematarlo con un tercero.
Después de asesinar a toda su familia, el joven llevó los tres cuerpos sin vida hasta un cobertizo que se encontraba en el patio de su casa, conviviendo durante tres días con los cadáveres. El joven dejó de asistir a clases esos días, lo que levantó las alarmas en su colegio, quienes lo contactaron para saber los motivos de su ausencia, ante esto argumentó que estaba contagiado de covid.
Sin remordimiento
Fue una vecina la que ayudó a que este horrible crimen viera la luz. El día domingo tras encontrarse con el joven le preguntó por sus padres dado a que no los había visto, ante esto el adolescente de 15 años confesó que los había asesinado.
La mujer llamó a un familiar del chico, avisándole sobre lo que estaba pasando. Esta persona llegó a la casa, descubriendo los cadáveres de su familia e inmediatamente dio aviso a la policía.
Tras la detención del adolescente, la policía declaró al diario El País que el joven presenta una frialdad fuera de lo normal, y no presenta remordimiento alguno por sus acciones.
El adolescente fue trasladado a la Fiscalía de Menores de Alicante donde la jueza a cargo declaró un internamiento de régimen cerrado en un centro de menores.
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