Quedaban todavía más de 6 minutos del primer cuarto cuando Gordon Hayward dejó helado a todo el Quicken Loans Arena, cancha de Cleveland.
Luego de correr al espacio para recibir un pase abajo del aro, el refuerzo de los Bolton Celtics saltó y al momento de caer se torció horriblemente el tobillo izquierdo, el cual le quedó mirando para el otro lado.
Tanto los jugadores que se encontraban en la cancha como la banca y los espectadores quedaron completamente helados. Los que estaban más cerca al jugador incluso prefirieron mirar a otro lado o arrancar del lugar.
Hayward había llegado como uno de los grandes refuerzos del equipo verde tras la partida de Isaiah Thomas a Cleveland. Costó 128 millones de dólares por cuatro años, aunque se estima que el alero recién podrá volver a una cancha en la próxima temporada. Más encima los Celtics terminaron perdiendo el partido 102-99.