No ofreció una guitarra Tizona, ni un cálifont Splendid. Tampoco tiró a la balanza un lanudo Poncho Lindo. Esta vez el queridísimo Príncipe de las Abuelitas y conductor en retiro del "Festival de la Una", Enrique Maluenda, puso en venta su tocadiscos regalón y una colección de discachos de vinilo. Los compradores hicieron nata. ¡Qué tal Festival!
Un palito doscientos pedía el amigote del chino "won" por un querido mueble tocadiscos National Panasonic y parte de una colección de 160 long plays. La mayoría autografiados por artistas de Puerto Rico, donde hizo sus primeras armas televisivas. Claro que el pack no incluía un maestro Horacio Saavedra de bolsillo, ni menos su chaqueta con rayas fucias. Ojojoj ¡Un verdadero chiste maluenda!
El capo de "Su sueño por un día" puso el avisito en un clasificado y antes de que terminara de cucharearse una sabrosalsa, el setentero tornamesa ya tenía dueño.
- ¿Lo hizo por plata?
- No, para nada. De hecho, cuando puse el aviso me imaginé que alguna gente iba a decir: 'Maluenda está cagado por eso está vendiendo los muebles'. Me cuestioné que algunos pensarían que no estoy en buena situación. Espero que no sea así, porque tengo un excelente pasar y una economía relajada. Tengo dos departamentos, una casa en la playa y en el campo.
- ¿Y por qué lo vendió?
- Cuando una cosa sobra es necesario hacer algo. Y yo ahora la música la escucho en cidís, no como hace treinta años atrás. Es como si tuviera tres autos y me deshago del viejo. No lo voy a regalar. ¡Que Maluenda venda un auto no es noticia!
- ¿Cómo va la pega?
- Me han llamado de varios programas, pero no quiero. ¡Colgué el micrófono!