“Estamos tranquilos, sabemos que él está descansando. La que me preocupa un poquito es mi nieta”, reconoció la abuela.
“Nosotros tenemos el corazón apretado. Tenemos que agradecerle también a la mamá de David, que tuvo la gentileza de que mi hija, su esposa, pudiera despedirse de él”.
De esta manera, la suegra del cabo David Florido (33) se refirió al dolor generado por el deceso del funcionario policial, quien murió tras recibir un impacto balístico en medio de un procedimiento policial en la comuna de Pedro Aguirre Cerda.
Tras salir de la parroquia de Quilpué, en la Región de Valparaíso, la mujer confirmó que “se abrió la urna un ratito, mi hija pudo estar ahí con él y due muy emocionante, porque no lo habíamos visto todavía”.
“Estamos tranquilos, sabemos que él está descansando. La que me preocupa un poquito es mi nieta, la hija de David, porque ella dice que su papito está en la cajita, durmiendo, y que Diosito le puso unas alas”, añadió la mujer.
Cabo David Florido
El cabo 2° David Florido Cisterna, de tan sólo 33 años, era casado y padre de dos hijas; una pequeña de seis años y una segunda de tan solo seis meses, quienes perdieron a su padre tras el trágico hecho ocurrido la tarde del viernes.
Como parte de sus labores de cabo 2° de Carabineros, Cisterna trabajaba en la tenencia de la población Dávila, así como también en la sala de televigilancia de la comuna.