¡Esta es vida! Elefanta Frida tiene hasta una estufa para combatir el "frido"

Años atrás La Cuarta informó que en algunos zoológicos y circos de Rusia los cuidadores y domadores les daban vodka a los elefantes para protegerlos de los mansos fríos y hacerlos entrar en calor.

En Siberia, donde las heladas llegaban a los 57 grados bajo cero, los mermeladas a cargo de los paquidermos disolvían medio litro de vodka en un balde con agua y se lo metían en el hocico a los elefantes.

Con ese copetito, aseguraban los giles, los trompudos no se resfriaban y tampoco se enfermaban de los nervios.

CONSCIENTES

En el zoológico de Quilpué saben que el invierno viene crudo, así que pusieron manos a la obra para mantener calientita y sin tiritones a su regalona: La elefanta Frida.

Los encargados del zoológico de Quilpué están en contra del alcohol y de los elefantes borrachos, así que reemplazaron los baldes con copete por chorros de aire caliente.

El sistema para mantener calefaccionada a la elefanta consiste en un compresor de  que le tira bocanadas de aire cálido a través de un hoyo que hicieron en la chirona.

"Eso le permite a Frida sentirse como si estuviera en Asia", dijo a La Cuarta el director del Parque Zoológico de Quilpué, Marito Rivas.

La gracia de tener templada a la elefanta sale salada, ya que la máquina calentadora gasta al mes dos balones de 45 kilos.

Pero en el zoológico de Quilpué no se fijan en gastos y decidieron cuidar a Frida como una reina y venerarla como una diosa, en recompensa por la vida a chicotazos que hasta hace 15 años pasó en un circo.

"Frida ya tiene 50 años y se ha convertido en la favorita de los niños, y por eso ahora la tenemos en una casona semicerrada y calefaccionada de 70 metros cuadrados, adonde podrá capear las frías noches de invierno", señaló Rivas.

Lo chori de la estufa gigante es que tiene un detector de movimiento, onda que si la elefanta empieza a tiritar el compresor se prende solito y empieza a tirarle chorros de aire caliente.

Los regaloneos a Frida también incluyen un entrenador personal que todos los días la saca a pasear y un tratamiento de paticure de 400 lucas que le lleva corte de pezuñas y raspado de callos.

Francisco Bonifaz / Carlos Godoy

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