A tres meses del estallido van 332 ataques a cuarteles policiales

16.01.2020.ANOCHE NUEVAMENTE FUE ATACACADA LA SUBCOMISARIA DE LO HERMIDA CON BOMBAS MLOTOV CON PIEDRA Y PALOS FOTO: ARIEL MORALES MEZA

La subcomisaría de Padre Hurtado encabeza el penoso ranking con 34 incidentes. De cerca la sigue la de Peñalolén con 31.

Cerca de las 19:30 horas del jueves un centenar de manifestantes llegó hasta la Plaza Mayor de Renca. Al rato comenzaron a atacar la 7ª Comisaría de Renca con objetos contundentes. Querbraron vidrios y provocaron daño fiscal: un uniformado herido y una mujer detenida fue el triste corolario. Era la segunda vez de esta semana que se registraron incidentes en el mismo cuartel policial.

Los primeros ataques partieron cerca de las 19:30 horas del martes, cuando 40 personas, entre ellas algunas a rostro cubierto, arrojaron bombas de ruido y objetos pesados: hubo 10 detenidos, tras dispersar a los manifestantes con gases lacrimógenos.

El violento hecho se sumó a los incidentes simultáneos que se registraron esa misma noche, y que afectaron a la 55° Comisaría "Suboficial Cristian Vera" de Pudahuel, que ya había sido atacada en ocho oportunidades anteriores. En esa oportunidad fueron también blanco de encapuchados y furiosos manifestantes la 46ª Comisaría de Macul, y la 43ª Subcomisaría de Peñalolén (en la foto). Este último se convirtió en el segundo recinto policial más afectado desde que comenzó el estallido social (ver nota aparte).

Para más remate, la violenta noche terminó con incidentes en la 20° Comisaría de Puente Alto, que contabiliza una decena de protestas caóticas.

Tristes cifras

Según un informe de Carabineros, desde el 18 de octubre y hasta el 16 de enero iban 332 ataques a cuarteles en todo el país (ver tablas). Pero, ¿cuáles son los motivos reales tras estos hechos de violencia? ¿Cuál es su modus operandi?

Para el jefe de zona este de la R. Metropolitana, general Enrique Bassaletti, "estas situaciones que están siendo más recurrentes obedecen a acciones evidentemente concertadas (...) no son manifestaciones, sino que actos delictuales de grupos de personas que se organizan para ir a atacar cuarteles policiales".

Fenómeno. Según la académica de la Usach y experta en seguridad ciudadana de América Latina, Lucía Dammert, hay que ser cuidadosos al hablar del fenómeno: "hay enorme falta de información. Hay tres cosas. Lo primero, tratar de destruir cuarteles no nos llevará a reformar la policía. Es una táctica de grupos que quiere limitar los cambios sustanciales".

Agregó que "lo segundo es que es probable que Carabineros se convirtiera en la cara visible de la rabia para algunos sectores. Más que otras instituciones. Y tercero, evidentemenete es una decisión de un grupo grupo de gente que quiere manifestarse por 'abc' motivos, y preparados para un actuar violento. De ahí a decir que son narcos me llama la atención. En L.A. ellos actuán de dos formas: por corrupción o con violencia directa, pero no se puede negar ni afirmar si son narcos hoy".

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