Este fin de semana gracias a un operativo liderado por la PDI, se pudo rescatar a 10 mujeres que estaban secuestras y obligadas a trabajar en el comercio sexual.
El pasado 16 de junio, un operativo encabezado por la Policía de Investigaciones en Arica, logró la detención de la banda denominada Los Gallegos, compuesta principalmente por ciudadanos venezolanos que representaban a una facción de la peligrosa agrupación criminal Tren de Aragua en nuestro país.
A pesar de esta detención de la banda ligada principalmente al narcotráfico, existen otras aristas del Tren de Aragua en nuestro país y que poco a poco han logrado ser detenida gracias a diferentes operativos policiales. Una de estas es la red de prostitución que también funcionaba en el norte de Chile, y que este fin de semana se pudo detener tras la intervención de PDI.
Tras el procedimiento se pudo detener a dos ciudadanas venezolanas que estaban a cargo de operar esta red de prostitución, así como también rescatar a otras diez mujeres quienes estaban ejerciendo el comercio sexual en contra de su voluntad.
“Trata de personas en su peor expresión”
De acuerdo a lo que señala el fiscal Mario Carrera, esta red funcionaba con hombres y mujeres a cargo, los primeros se encargaban de secuestrar a las víctimas para llevarlas hasta los recintos en donde se ejercía el comercio sexual, y las mujeres se encargaban de retenerlas contra su voluntad. “Estamos hablando de una situación de trata de personas en su peor expresión. Prácticamente, estamos hablando de esclavitud”, señala Carrera, según consigna Meganoticias.
El modus operandi de estas bandas consistía en retener a las víctimas contra su voluntad y ofrecerles su “libertad” a cambio de dinero, el cual solamente podían conseguir ejerciendo la prostitución. “Son ingresadas al país y por alguna u otra razón a ellas se les cobra con efecto de recobrar, por decirlo de una forma, su libertad dentro del país”, explica Rodrigo Fuentes, jefe antinarcóticos y crimen organizado de la PDI.
Fuentes además explica que se les amenazaba de diferentes formas a las mujeres para retenerlas, desde una amenaza verbal hasta quitarles la vida. “Primero hay una amenaza verbal, respecto a que deben hacer un pago hay lesiones graves en algunos casos, que es una señal y en algunos casos simplemente se les quita la vida”, señaló.