La mujer rompió en llanto y tuvo que ser consolada por sus hijas y la abogada.
Durante la mañana de este jueves se debía dar inicio al juicio de apelación por el caso Narumi Kurosaki, joven japonesa que —según dictaminó la justicia francesa— fue asesinada por su expareja, el chileno Nicolás Zepeda.
Sin embargo, el nuevo abogado del joven ingeniero pidió aplazar el juicio. “Me llaman el martes a las 10:30 de la mañana (…) Descubrí el expediente el miércoles a la mañana. Me doy cuenta que ese expediente que ustedes conocen tan bien, conocerlo no es una misión difícil, es una misión imposible”, expuso Renaud Portejoie, según consignó el periodista Roberto Cox, enviado especial de CHV Noticias.
“Simplemente me gustaría leer el expediente. No lo tengo hoy, tal vez no lo tendré el lunes. Si empiezo a leer cada página necesitaré 300-400 horas. Sólo para leerlo”, complementó el defensor.
Por su parte, Julien Dreyfus, otro abogado de Zepeda, precisó que “esta responsabilidad es impuesta. Nadie tiene la culpa”.
“Es imposible que tomemos este caso en estas condiciones. Probablemente ustedes se demoraron varios días en leer el expediente. Nosotros estamos desarmados. Y esto no es culpa de nadie”, insistió.
Además, explicó que “la familia Zepeda se comunicó con mucho penalistas franceses. Nosotros vimos a Nicolás en dos oportunidades en la cárcel de Orleans. Eso no quiere decir que conozcamos el expediente”.
“Si deciden seguir con el juicio será sin justicia. Les pedimos postergar el juicio”, concluyó.
Llora la madre de Narumi
Luego de escuchar al equipo que defiende al chileno, la abogada de la familia Kurosaki, Sylvie Gallay, apuntó a una supuesta estrategia.
“¿Cuál es la garantía que en unos meses el señor Zepeda, del que conocemos la inconsistencia, que no renovará este teatro y que no impondrá el control? Estamos secuestrados en este juicio”, sostuvo.
Fue en este contexto que la madre de Narumi Kurosaki comenzó a llorar desconsoladamente, mientras su dos hijas y la propia abogada trataban de calmarla.
Finalmente, el fiscal Etienne Manteaux dijo que “es Nicolás es el que fija el ritmo, el que impone el control. Él es la víctima cuando es él el que apeló y quería ser juzgado”.