Están hechas para la guerra, pero se juegan por la paz

A estas alturas a nadie sorprende que la mujer chilena aperre en cuanto desafío se le ponga por delante.

Crianza de cocolisos, mantención del hogar o desarrollo profesional son sólo algunos ejemplos del rol apechugador de nuestras féminas.

En el Día Internacional de la Mujer, La Cuarta, la paritaria, compartió con cuatro oficiales de nuestras Fuerzas Armadas y de Orden, que participaron en un homenaje a todas las chiquillas que le han puesto el hombro en las distintas operaciones de paz en las que ha participado nuestro país. Las linduras aportaron su experiencia y cooperación en misiones en Haití.

La teniente de la Fuerza Aérea Bernardita Astudillo (26) se mantuvo desde marzo hasta septiembre del 2007 al mando de un helicóptero UH-1H en el aquejado territorio. El crédito de la Fach se encargó de las labores de patrullaje aéreo, transporte de tropas y análisis meteorológico en la zona. "Es chocante al principio, porque se ve mucha pobreza en todas partes. Igual no dudaría en volver si la Patria me lo pide", infló el pecho la oficial.

Carolina González Tapia (28) también es teniente, pero de Carabineros. Prestó ropa en las elecciones presidenciales de Haití durante el 2005. Temas de seguridad y coordinación con los polis locales fueron algunas de sus pegas.

Estuvo presente en la toma del Hotel Montana. Junto a cuatro policías tuvo que domar una turba enardecida que quería boicotear los comicios. La gestión fue un éxito. "Tuvimos que manejar a más de tres mil haitianos que querían destruir el hotel", dijo la soltera representante de la policía.

HAY SALUD

Otra eva que se la jugó en Haití fue la médico y oficial de Sanidad de la Armada, Marcela Vidal Marambio (30). La teniente estuvo cuatro meses del 2006 en el devastado país tropical. Brindó atención de salud a los cuerpos uniformados de la ONU y del Batallón Chile.

Desde el Cuartel Praga también asistió a civiles en casos de extrema urgencia. "Fue una experiencia extraordinaria. También me sirvió para valorar más a mi país. A veces no sabemos la maravilla que es Chile", reflexionó.

La capitán de Ejército Maritza Maripanque (29) es la única casada del grupo. Entre octubre del 2006 y junio del año pasado se encargó de la salud de la tropa chilena también en Haití.

Aunque reconoce que no es fácil para la pareja sobrellevar una relación a distancia,admite que igual volvería a otra misión de paz. "La vocación militar y el espíritu de servicio médico son súper fuertes. No dudaría en realizar mi labor en otro lugar de conflicto", enfatizó.

Ronald Henríquez M.

COMPARTIR NOTA